Desde marzo de 2017 en la Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Tlaxcala he llevado a cabo una actividad académica enriquecedora que permite a mis estudiantes de primer semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Familia tener su primer acercamiento con las infancias y la observación de sus familias. Esta experiencia, que llamamos “La infancia en la etapa Preoperacional” ha sido un puente fundamental entre la teoría y la práctica, ayudando a comprender los procesos cognitivos infantiles desde la perspectiva de Jean Piaget. A lo largo de los años, esta práctica ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes contextos. Luego de iniciar en 2017 y repetirla en 2018, la pandemia de Covid-19 nos obligó a hacer una pausa. Sin embargo, en febrero de 2020 la retomamos, consolidándose nuevamente como parte esencial de la formación académica. En octubre de 2023 y octubre de 2024, la realizamos con nuevos grupos de estudiantes, niñas y niños, reforzando su impacto y relevancia en la enseñanza del desarrollo cognitivo infantil, permitiendo a quienes inician la licenciatura conectar la teoría con la práctica.
Nuestro acercamiento práctico al pensamiento infantil
Cada año invitamos a niñas y niños de entre cuatro y siete años al campus universitario, que regularmente son sobrinos o primos de mis estudiantes, acompañados de sus familiares, es ahí donde mis estudiantes tienen la oportunidad de observar y analizar su desarrollo cognitivo en tiempo real. Para muchos es su primer acercamiento con la infancia y las familias. Juntas y juntos realizamos diversas pruebas y actividades diseñadas para identificar las características propias de la etapa preoperacional, según la teoría de Piaget.
En esta etapa del desarrollo, las niñas y los niños muestran un pensamiento egocéntrico, lo que significa que tienen dificultades para adoptar el punto de vista de otras personas. También comienzan a desarrollar habilidades de clasificación y seriación, aunque de manera aún inmadura. Además, el concepto de conservación de la materia sigue siendo un reto para ellos; por ejemplo, pueden creer que si un líquido se vierte en un recipiente de diferente forma, su cantidad ha cambiado.
Las y los estudiantes exploran estos aspectos mediante actividades específicas que les permiten ver cómo las infancias razonan y perciben el mundo. Realizamos experimentos como el de la conservación de líquidos, ejercicios de clasificación con bloques de colores y formas, lo que nos ayuda a evaluar la capacidad de organización de los pequeños. Asimismo, observamos sus habilidades de motricidad fina y gruesa a través de juegos y actividades que requieren coordinación y precisión.
El impacto del contexto familiar y social en el desarrollo cognitivo
Jean Piaget afirmaba que “el desarrollo cognitivo es un proceso de construcción activa, donde el niño interactúa con su entorno para reorganizar y equilibrar su conocimiento” (Papalia & Martorell, 2020). La familia juega un papel crucial en este proceso, ya que es el primer espacio de aprendizaje y socialización. Urie Bronfenbrenner (2020) resaltaba que “los niños crecen dentro de un sistema de influencias interconectadas, donde la familia, la escuela y la sociedad contribuyen a su formación”. Así, la interacción constante entre estos sistemas define en gran medida el desarrollo cognitivo y emocional de las infancias. Como también menciona Piaget (2020), “el aprendizaje surge de la experiencia y la interacción, permitiendo que el niño ajuste sus esquemas previos a nuevas realidades”. Esta práctica me ha permitido mostrar a mis estudiantes cómo los distintos niveles de influencia del entorno impactan la manera en que los niños procesan la información y construyen su conocimiento.
Una de las partes más valiosas de esta actividad es que las y los estudiantes no solo interactúan con las infancias, sino también con sus familias. Observar la dinámica entre padres e hijos les ayuda a comprender cómo el desarrollo cognitivo se ve influenciado por el ambiente familiar. Muchas veces, los comportamientos de las y los niños están directamente relacionados con la forma en que se relacionan con sus cuidadores. Este ejercicio se convierte en una oportunidad invaluable para reflexionar sobre la importancia del contexto social y familiar en la formación del pensamiento infantil. Mis estudiantes registran sus observaciones y contrastan lo que ven con las teorías de Piaget. Al hacerlo, identifican los aspectos más maduros e inmaduros del pensamiento infantil y analizan la influencia del ambiente en su desarrollo. Este análisis fortalece su comprensión del desarrollo cognitivo y, al mismo tiempo, les permite desarrollar habilidades de observación y análisis fundamentales para su futura práctica profesional.
Un puente entre la teoría y la práctica
Les comparto a mis estudiantes que en Ciencias de la Familia es importante la teoría, pero necesitamos verla en acción. Muchas veces, aprenden en los libros sobre conceptos relacionados con las familias, pero no tienen la oportunidad de ver cómo se manifiestan en la vida real. Gracias a esta actividad, pueden comprobar cómo las niñas y los niños en la etapa preoperacional enfrentan estos desafíos cognitivos y cómo su desarrollo es un proceso gradual y dinámico.
Esta experiencia también les ayuda a valorar la importancia del pensamiento lógico y la construcción del conocimiento en la infancia. Al observar cómo los pequeños intentan resolver problemas, formulan hipótesis y ajustan su comprensión del mundo, los estudiantes pueden ver de manera concreta cómo funciona el aprendizaje. Este tipo de aprendizaje vivencial es clave para consolidar lo que ven en el aula y mejorar su capacidad de análisis y reflexión.
Un primer paso para los estudiantes de nuevo ingreso
Realizar esta práctica al inicio de la carrera se ha convertido en una herramienta poderosa para dar a los estudiantes una visión clara y realista de lo que implica trabajar con familias desde un enfoque integral. Al enfrentarse directamente con la infancia y sus familias, comprenden que el desarrollo humano debe abordarse desde una perspectiva donde lo biológico, lo psicológico y lo social se entrelazan en la formación de cada persona. Esta experiencia inicial no solo despierta su interés por la disciplina, sino que también les permite visualizar el impacto que pueden tener en la vida de las personas a lo largo de su formación y ejercicio profesional. Para muchos, esta práctica ha sido clave en su decisión de continuar en la carrera, ya que al inicio tenían dudas sobre si era la elección correcta, y al vivir esta actividad de manera cercana, han encontrado un sentido de pertenencia y motivación que los ha llevado a reafirmar su camino como futuros familiólogos.
Finalmente, espero seguir fortaleciendo esta iniciativa ampliando la participación de más familias y explorando nuevas estrategias para el análisis del desarrollo humano. También me gustaría integrar elementos innovadores que permitan a mis estudiantes enriquecer su experiencia y aplicar sus conocimientos de manera más efectiva.
Bibliografía
Bronfenbrenner, U. (2020). The Ecology of Human Development: Experiments by Nature and Design. Harvard University Press.
Papalia, D. E., & Martorell, G. (2020). Desarrollo Humano. McGraw Hill.
Piaget, J. (2020). The Origins of Intelligence in Children. Norton.