Si quisiéramos decir qué entendemos por ciencia, podríamos responder que es un conjunto de ideas objetivas basadas en evidencias que permiten un mejor conocimiento del mundo, y que el aprovechamiento de tales ideas nos lleva a mejorar la calidad de vida, vamos, en una palabra el mayor de los logros de la humanidad.
Sin embargo y paradójicamente, mientras más avanza la ciencia, más aumenta la ignorancia, en este momento nos hemos acostumbrado a ser consumidores de los beneficios que el desarrollo científico aplicado nos ofrece, pero para la gran mayoría el conocimiento de cómo operan estos beneficios es casi un misterio, un dogma que usamos y aceptamos, es un asunto de los científicos y los tecnólogos. Nos podríamos preguntar ¿qué pasa, estamos ante una nueva religión, es algo que se encuentra fuera de nuestro alcance?
Ante estos cuestionamientos es importante impulsar una educación y cultura científica: es un hecho que conforme crecemos en la gran mayoría de la población nos involucramos en tantas actividades que el interés por el conocimiento decae; sin embargo, al cuestionar a casi cualquier persona sobre su interés por la ciencia, no duda en expresar que es muy importante, muy interesante, pero al adentrarnos más en este cuestionamiento, resulta ser algo informe y difícil de entender. La ciencia y la tecnología deben salir a la calle, y es por esto que todos los que nos dedicamos a enseñarla o practicarla tenemos una gran responsabilidad con la sociedad.
Para un investigador cuya vida transcurre dentro del aula, los laboratorios o las oficinas, es parte de su práctica la exposición o la discusión de los temas de interés con colegas, estudiantes o audiencias especializadas, sin embargo, cuando nos planteamos hacer una exposición ante un público con poca educación, como podría ser jóvenes o niños de grados básicos de educación, esto resulta ser una tarea harto difícil, y a veces no conseguimos comunicar sus logros, en muchas ocasiones las exposiciones se centran en explicar un hecho científico y el auditorio recibe esta información de una manera tan formal, que difícilmente se da cuenta de la riqueza que ha escuchado. Después si no ha perdido el interés, y asiste a otra conferencia donde nuevamente tiene la misma experiencia, se encuentra ante la siguiente situación: haciendo un símil, esto es equivalente a estar frente al mural del Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central y colocar una pantalla que sólo permite ver a través de pequeños agujeros alguna parte del mural, pero de esta forma no veremos la belleza de la obra completa. Es por eso que la presentación de un tema científico ante una audiencia curiosa y poco informada debe ser, sin perder el rigor científico, un hecho que muestre la grandiosidad y gran cantidad de implicaciones que hay en la ciencia, en una palabra, mostrar el Rock Star que es la ciencia.
La comprensión pública de la ciencia se considera actualmente como uno de los mayores valores de la sociedad. Para los científicos, educadores y divulgadores, la necesidad de hacer llegar y de hacer partícipe a la sociedad de la ciencia y la tecnología es una tarea que no admite dilación. Diversas razones justifican esta necesidad, una de ella es de índole cultural. La ciencia como hemos dicho es uno de los mayores logros de nuestra cultura y, por tanto, todos deberían ser capaces de comprenderla y apreciarla.
Desde el punto de vista social es importante mantener relaciones entre científicos y sociedad. La especialización y la naturaleza técnica de la ciencia son vistas como un problema que puede conducir a que los científicos actúen por un lado y los ciudadanos por otro, e incluso al alejamiento de estos últimos de estos temas. La mejora de la comprensión por parte del público producirá una mayor simpatía y, por tanto, una corriente favorable al apoyo de la subvención a la investigación.
También es importante analizar esta cuestión desde el punto de vista utilitario. La comprensión de la ciencia y la tecnología es necesaria para vivir actualmente en sociedad. Los ciudadanos requieren estar mejor preparados para tomar decisiones sobre salud, seguridad, confort, desarrollo social y educación.
Así pues, información de calidad, sencillez y objetividad en el contenido abren la posibilidad de que todos los ciudadanos puedan acceder al conocimiento científico. ¿Qué se busca al impulsar el trabajo de divulgar la ciencia?, podríamos establecer algunos puntos:
- Fomentar la cultura científica
- Alentar las vocaciones científicas
- Crear un acercamiento entre científicos y sociedad
- Facilitar la captación de recursos para la investigación científica.
Finalizando, los ciudadanos deben conocer cómo afecta la ciencia y la tecnología a sus vidas, qué beneficios obtienen de sus aplicaciones. Y repitiendo, debemos llevar la ciencia a la calle, es por esto por lo que la próxima Noche de Estrellas a celebrarse el sábado 3 de diciembre en la sede de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla con la intervención de diversas Facultades y Unidades Regionales reviste de gran interés e importancia para los universitarios y el público en general.
