Una de las experiencias más interesantes desarrolladas por la Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Tlaxcala es la Universidad para/con Personas Mayores (UpcPM) que cumple un doble propósito: prestar servicios profesionales a las personas mayores y ser espacio de aprendizaje de los estudiantes en formación.
La UpcPM se articula partir de tres conceptos: envejecimiento activo, desarrollo humano o capacidades y educación para el cuidado, los que se operacionalizan bajo los principios educativos de: Autonomía, Agencia, Diálogo, Horizontalidad y Experiencia que posibilitan la experiencia intergeneracional de estudiantes en formación y estudiantes de experiencia.
El punto de encuentro es la praxis, la experiencia que las personas mayores revisan para que a partir de compartirla puedan visualizar la construcción de nuevos proyectos de vida que merezcan ser vividos y por el lado de los estudiantes, la inexperiencia de trabajar con personas mayores y de las que tienen una visión de dependencia.
El proceso de aprendizaje permite a los estudiantes cambiar su visión sobre la vejez y el envejecimiento y encontrarse con personas mayores que mantienen autonomía, independencia y sobre todo compromiso con la vida, lo que les permite el desarrollo de la razón, la emoción y la imaginación.
La mediación entre estudiantes y persona mayores está dada por una didáctica centrada en la actividad de todos los integrantes, de ahí que la estrategia de trabajo son los talleres en áreas que van conformando a lo largo de cada ciclo educativo a partir de las propuestas de las personas mayores.
Envejecimiento patológico versus envejecimiento activo
Una de las experiencias más comunes entre los profesionales que trabajan con personas mayores, particularmente del sector médico es considerar que la mayor parte de los padecimientos que presentan las personas mayores son producto de la edad. “A falta de una patología identificable tienden a interpretar los déficits cognitivos y fisiológicos asociados con la edad como determinados por la edad” (Rowe y Kahn, 1987:143)
Un estudio longitudinal financiado por la Fundación MacArthur de los Estados Unidos presentó como resultado que el envejecimiento es más producto de factores extrínsecos —el estilo de vida—que por factores intrínsecos los que pueden modificarse en cualquier momento de la vida a partir de acciones realizadas de forma consciente por las personas mayores.
Estas dos concepciones construyen la idea de que el envejecimiento es un proceso natural de desgaste del organismo como producto del paso del tiempo, lo que significa que se tiene perdidas o incapacidades como consecuencia del curso de vida que experimentan las personas, la que da origen a una tipología de tres tipos de envejecimiento: usual o normal, patológica y activa.
Los desgastes que como producto de la actividad que realiza cualquier persona a lo largo de su vida le produce desgastes que altera su organismo y su capacidad cognitiva que no alteran su desarrollo en la realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida cotidiana.
Sin embargo, algunas personas registran grandes pérdidas y surgen discapacidades que las hacen dependiente de los otros —particularmente la pareja y la familia— para realizar las actividades, porque pierde autonomía e independencia personal, por lo que requiere cuidados paliativos, a esto se denomina envejecimiento patológico.
En el otro extremo se encuentran aquellas personas que no solo registran desgastes y pérdidas mínimas en el cuerpo y la cognición, sino que además se conservan alejados de las enfermedades y discapacidades, logran altos desempeños en la funcionalidad física y cognitiva, a esto se denomina envejecimiento activo.
El envejecimiento activo se define por tres componentes: baja probabilidad de enfermedad y discapacidad relacionada con la enfermedad, alta capacidad funcional cognitiva y física, y compromiso activo con la vida… pero es su combinación con el compromiso activo con la vida lo que representa el concepto de envejecimiento activo más plenamente (Rowe y Kahn, 1997: 433).
Capacidades y capacidad de agencia
En 1990, Amartya Sen plantea que lo más valioso de las sociedades son las personas y no el producto interno bruto con el que se mide el nivel de desarrollo de las sociedades desarrolladas y en proceso de desarrollo. Acuña el concepto de desarrollo humano que define como “un proceso de expansión de las libertades de que disfrutan los individuos” (Sen, 2000: 19)
Basado en ello, Nussbaum (2012) desarrolla el modelo de capacidades a partir de interrogarse ¿qué es capaz de ser y hacer una persona? Y en la que parte de considera a cada una de ellas como un fin en sí mismas y no el medio para fines de los otros.
Desde la perspectiva de Nussbaum, el ser humano, a lo largo de su vida, desarrolla tres tipos de capacidades; las innatas que son las facultades que la persona trae como equipamiento natural “que hacen posible su posterior desarrollo y formación” (Nussbaum, 2013: 43); las internas, que son los rasgos y aptitudes que en interacción con el entorno social, económico, familiar y político se desarrollan como rasgos y aptitudes personales y sociales.
Y las capacidades combinadas, que se refieren a lo que se produce cuando interaccionan las capacidades internas y las oportunidades que ofrece la sociedad para desarrollarlas a través del ejercicio de las libertades instrumentales y que desencadenan la agencia.
“Con suficientes oportunidades sociales, los individuos pueden configurar en realidad su propio destino y ayudarse mutuamente. No tiene por qué concebirse como receptores pasivos de las prestaciones de ingeniosos programas de desarrollo. Existen, de hecho, poderosas razones para reconocer el papel positivo que desempeña la agencia libre y viable e incluso la impaciencia constructiva” (Sen, 2000, p. 28)
Educación para el cuidado
La educación para los adultos —personas mayores— se formula inicialmente cuando en los países desarrollados y particularmente los no desarrollados, carecen de los recursos para ofrecer educación formal a todos los ciudadanos, por lo que crean un modelo alternativo llamado alfabetización.
En un segundo momento, la educación de adultos se concentra en la capacitación para el trabajo, bajo el supuesto de que no saber leer y escribir limita las capacidades de las personas para su incorporación productiva a la sociedad y a los mercados de trabajo —los oficios.
La educación se institucionaliza con la visión de que el proceso de desarrollo cognitivo del ser humano tiene un proceso de expansión y cierre, el que comienza con el nacimiento y culmina hacia los 24 años, de ahí que la educación formal se organice a partir de inicial, preescolar, primaria, media, media superior y superior. Ahí concluye.
El avance del conocimiento en neurociencias muestra una paradoja en términos del envejecimiento, el uso del cuerpo a lo largo del tiempo lo desgasta en tanto que la falta de uso del cerebro lo atrofia. Esto hace germinar la idea que el aprendizaje —más que la educación— deben desarrollarse a lo largo de toda la vida.
Entre 1949 y 2022, UNESCO realiza siete conferencias mundiales sobre Educación de Adultos (CONFINTEA), entre la sexta (2010) y la séptima (2022) publica el texto: Re imaginar juntos nuestros futuros. Un nuevo contrato social para la educación, que más adelante refiere como “un nuevo contrato social para una educación que repare las injusticias al tiempo que transforma el futuro” (UNESCO, 2022, p. 12).
En el que se hacen evidentes los estragos que provoca entre la población, particularmente las personas mayores, la pandemia del Covid-19 de la que emerge la recomendación 38 del marco de acción de Marrakech, sobre “la importancia del aprendizaje para el bienestar individual y la salud pública”. (UNESCO; 2022, p. 12)
Que en Re-imaginar se concreta en: “Aprender a cuidar y hacer que el cuidado sea una función de la educación en la vida no puede considerarse simplemente una función que sea “agradable tener… Hay que dar prioridad a la educación que apoya el trabajo cotidiano de preparar y cultivar alimentos, así como a la educación que apoya la crianza y el mantenimiento de las familias. Esta es la perspectiva más amplia del aprendizaje a la que nos conduce una sólida comprensión de la educación como algo vinculado con la vida y que tiene lugar en diferentes espacios y tiempos”. UNESCO, 2022, p.119)
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Referencias
Marco de Acción de Marrakech Aprovechar el poder transformador del aprendizaje y la educación de adultos. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000382306_spa
Rowe, J & Kahn, R. (1987) Human Aging: Usual and Successful, Science 10;237 (4811):143-9.
Rowe, J. & Kahn, R. (1997) Successful Aging, The Gerontologist 1997 Vol. 37, No. 4: 433-440
Sen, A. (2002) Desarrollo y Libertad, Planeta, España.
UNESCO (2022) Re imaginar juntos nuestros futuros. Un nuevo contrato social para la educación, UNESCO y Fundación SM, España.