En los años 80 del siglo pasado casi la totalidad de la energía consumida en el mundo provenía de la quema de combustibles fósiles, considerando el mismo consumo per cápita de esos años y que la población mundial llegará a 8200 millones de personas, en 2025 se quemarán 14.000 millones de toneladas de carbón. Esto significa que habrá un incremento de 40%. Ello producirá una aceleración del calentamiento global del planeta y una elevación del nivel de los océanos. Los combustibles fósiles se agotan y amenazan con provocar una catástrofe ecológica. Es importante tener una idea clara de cuáles son los recursos energéticos en México.
Las fuentes primarias de energía usadas en este momento en el mundo son los hidrocarburos y corresponden a 80% de toda la energía producida y consumida. En México, la dependencia es mayor, in-formación del año 2007 indica que 92% de la producción de energía primaria correspondió a combustibles fósiles, con consumos de 71.4% de petróleo, 19.2% gas y 1.9% carbón.
La demanda energética mundial crece a un ritmo de 2% anual, y millones de personas en todo el mundo tienen un estilo de vida que requiere cantidades de energía cada vez mayores. De acuerdo con la AIE, la demanda mundial de petróleo evolucionará de 84 millones de barriles al día en 2005 a 116 millones de barriles diarios en 2030, lo que implica un aumento 38% más en ese periodo. Aunado a esto se debe considerar la declinación de las reservas de petróleo. Muchos de los campos de petróleo y gas del mundo están llegando a su límite. La producción de crudo llegó a su máximo posible en 1970 en Estados Uni-dos, en Alaska en 1988, en el Mar del Norte en 1999 y en Cantarel en 2005. Los descubrimientos de nuevos yacimientos de fuentes energéticas se dan principalmente en lugares donde los recursos son difíciles de extraer, ya sea por motivos físicos, económicos o incluso políticos.
Las principales fuentes de energía usadas son:
Combustibles Fósiles: cerca de 97% de la energía que se utiliza en el mundo proviene de los combustibles fósiles: 38% del carbón, 40% del petróleo y 19% de gas natural. Como ejemplos tenemos a la planta de Petacalco, Guerrero, que genera electricidad a partir de la quema de carbón. En Hermosillo, Sonora, se encuentra una planta de turbogás; en Huinalá, Nuevo León, se tiene una que funciona en un ciclo combinado de turbogas y vapor. Centrales hidroeléctricas: son la fuente más común, y utiliza las corrientes y caídas acuáticas para generar energía eléctrica. El almacenamiento del agua en presas y la transformación y transporte de la energía producida ocasiona importantes gastos y sensibles alteraciones al medio. En México contamos con plantas de este tipo como la de Chicoasén. Fisión nuclear: la fisión del núcleo de uranio desprende enormes cantidades de energía, que bajo condiciones controladas, podría proporcionar mucha energía barata y limpia. Se puede contar con esta tecnología sólo si la capacidad económica y técnica es suficiente para mantener en buenas condiciones las costosas instalaciones de las centrales nucleares. En México contamos con la planta de Laguna Verde en Veracruz. Energía geotérmica: la energía que se obtiene de los procesos de calor del interior de la Tierra es una de las fuentes más accesibles en la actualidad. Se dispone de grandes reservas subterráneas de calor utilizable que puede extraerse en forma de agua caliente o de vapor seco. Tiene como inconvenientes que la energía se pierde con el transporte y que sólo está disponible en determinadas zonas de la Tierra geológicamente favorables. En México contamos, por ejemplo, con las plantas de Los Humeros, Los Azufres y Cerro Prieto. Energía solar: se puede captar directamente mediante celdas. El empleo de este tipo de generador se ha utilizado con éxito a nivel casero, pero no se ha logrado la conversión de esta energía en centrales y a gran escala en nuestro país. Energía eólica: la energía producida por el viento ha sido utilizada y proporciona una fuente inagotable de energía. Según algunos investigadores, con su utilización controlada se podría lograr el doble de la energía que hoy se obtiene de las hidroeléctricas. Sólo tiene el inconveniente de depender muy estrechamente de las imprevisibles condiciones atmosféricas y de la topografía de cada región. En la actualidad podemos encontrar una planta de este tipo en La Venta en Oaxaca.
Una mirada a nuestro país indica que se cuenta con dos plantas carboeléctricas, 12 de ciclo combinado, 71 hidroeléctricas de distinto tamaño, una nucleoeléctrica, tres eoloeléctricas, 48 plantas geotérmicas, una planta de turbogas y 34 productores independientes. Es muy importante la investigación y desarrollo de estos recursos estratégicos, pues sería muy crítico depender totalmente del exterior ya que estaría en riesgo nuestro futuro y el de las nuevas generaciones de mexicanos; sin embargo, hasta la fecha no contamos con un programa nacional de investigación y desarrollo en generación alternativa de energía, ni siquiera el Instituto Mexicano del Petróleo, el centro de investigación de Pemex, se encuentra considerado como prioritario en esta materia.