Del aula al universo: un telescopio para cada escuela

Con el propósito  de promover el estudio de la astronomía, despertar pasión por la observación de objetos astronómicos y fomentar el interés científico en jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y Víctorinox –distribuidor de productos Celestron– organizaron y promovieron el  programa “Del aula al universo: un telescopio para cada escuela”, que inició actividades en septiembre del año pasado y concluyó, su primera etapa, en junio de 2012.

En esta primera edición, el programa reunió a 92 escuelas del estado de Puebla y Tlaxcala, en promedio participaron cuatro alumnos y un profesor por cada institución, quienes conformaron Clubes Astronómicos, construyeron su telescopio newtoniano de 14 centímetros de diámetro, se capacitaron para darle mantenimiento y recibieron sesiones prácticas para poder realizar observaciones astronómicas básicas.

Cada club presentó un plan de trabajo para el uso del telescopio a tres años, con la finalidad de divulgar en su entorno social la observación de objetos astronómicos.

Una aportación con enormes resultados

El compromiso social y educativo de instituciones como la BUAP a través del Dr. Alberto Cordero Dávila, responsable del Taller de Óptica de la Facultad de Ciencias Fisico Matemáticas, el INAOE por medio del Dr. Raúl Mújica García, y la empresa Vitorinox-Celestron por intermedio del Lic. Alejandro Arnal han hecho posible que en escuelas secundarias y preparatorias, algunas de ellas de medios rurales y de bajos recursos, el telescopio forme parte del patrimonio escolar.

La Rectoría de la BUAP  aportó 200 mil pesos al programa, el Taller de Óptica de la Facultad de Físico Matemáticas de esta casa de estudios otorgó 60 horas semanales de trabajo de tres técnicos para tener listos los espejos (parábolas y diagonales), el terminado de piezas de fundición para armar los telescopios y los acoplamientos de las monturas ecuatoriales.

El INAOE aportó el aluminizado de todos los espejos primarios y secundarios; investigadores, estudiantes y becarios de la Coordinación de Astrofísica del INAOE impartieron la mayoría de las conferencias de astronomía para los miembros de los clubes astronómicos, convocaron y coordinaron la capacitación práctica de los clubes astronómicos de cada escuela.

Por su parte, Victorinox donó las 113 bases ecuatoriales para telescopios astronómicos y subsidió paquetes de dos oculares, una lente Barlow, filtros y un buscador.

Las aportaciones económicas, materiales y de recursos humanos permitieron que estas 92 escuelas hoy cuenten entre su patrimonio con un telescopio, que  el trabajo conjunto y el aprendizaje científico refuerce las relaciones entre compañeros, familiares, comunidad y el aprecio por las habilidades técnicas.

Núñez George  resume concretamente lo que estas aportaciones permitieron cuando dice: “No se puede desear, aspirar o anhelar algo que no conoces, estos jóvenes asistieron a la BUAP, conocieron la dinámica universitaria, tomaron clases con investigadores y catedráticos; los científicos dejaron de ser sujetos aburridos y se alimentó el deseo de ser universitarios”.

El telescopio, protagonista de una ceremonia escolar

Cada escuela aportó 2 mil pesos para la construcción de su telescopio, recurso otorgado por los comités de padres de familia de cada institución que de esta forma contribuyen a la noble labor de ofrecer a la comunidad estudiantil una herramienta que promueva la curiosidad científica de los jóvenes.

La presentación del telescopio escolar resulta extraordinaria y conmovedora para cada institución; primero porque se hace un reconocimiento público del comité de padres de familia que facilitó los recursos económicos, de los estudiantes y sus maestros que materializaron el esfuerzo de asistir semanalmente a la BUAP y construir el telescopio escolar. Segundo, porque en la inauguración de cada telescopio son trasladados 15 piezas similares  del taller de óptica del INAOE para realizar una observación astronómica. Para la mayoría de los estudiantes, profesores y padres de familia, es su primera experiencia observando a través del telescopio, no hay persona que no manifieste su asombro por lo que ve.

La graduación. El tránsito de Venus

El pasado 5 de junio Venus pasó por delante del Sol, el tercer planeta más pequeño del sistema solar se vio como una pequeña canica negra contra el gran astro.

La explanada del estadio de Ciudad Universitaria fue el centro de reunión de 113 telescopios ensamblados por estudiantes y profesores de las escuelas. Más del 90 por ciento de los clubes astronómicos, todos con un aumento importante en el número de sus miembros, asintieron a este evento. La cita fue a las 4 de la tarde y hasta las 8 de la noche más de 2 mil 500 personas fueron testigos de este acontecimiento poco frecuente e interesante, un suceso que no se repetirá hasta el año 2117.

La noche de las estrellas, la antesala del programa exitoso

Cada año a partir de 2009 se realiza la Noche de las Estrellas, una actividad que reúne a miles de aficionados y profesionales de la astronomía; de manera simultánea en más de 30 sedes de todo el país se observan cuerpos celestes; este evento está acompañado de conferencias de divulgación científica y diversas actividades culturales por lo que cientos de familias encuentran aquí un espacio científico y cultural para aprender y disfrutar de la astronomía.

Al INAOE, BUAP y Victorinox se unen la UDLAP, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (Concytep),  la Alianza Francesa y otras instituciones para organizar este evento anual y mantienen su compromiso en palabras del director del INAOE Alberto Carramiñana por “mostrar que la astronomía es una ciencia básica y una experiencia compartida, que consiste en mirar el cielo.”

Es la noche de las estrellas la inspiradora del exitoso programa “Del aula al universo: un telescopio para cada escuela”.

“A los jóvenes solo hay que darles el pretexto para estudiar”

Marcos Núñez George es licenciado en matemáticas aplicadas y computación por la UNAM y es el responsable de la Coordinación de Astronomía, Robótica e Innovación tecnológica de la Unidad de Servicios Educativos de la Secretaria de Educación del estado de Tlaxcala; comenta que esta coordinación fue creada para atenuar la carencia de una entidad o institución que fomente la ciencia en su estado.

Orgulloso de los resultados en las escuelas secundarias generales que han participado en  el programa “Del aula al universo”, compartió algunas de sus reflexiones, estrategias y beneficios tangibles que ha dejado esta actividad en las escuelas de la entidad.

Núñez considera que “se necesitan mecanismos para ganarle al xbox y al play station porque los chicos están absortos en esas actividades en las que deben buscar soluciones a las misiones de los juegos; con el telescopio se ofrece algo constructivo, ver el aprendizaje como algo práctico y atractivo.

El plan de trabajo para tres años del uso del telescopio buscó vincular el plan de estudios de materias como las matemáticas, física, geografía, informática e historia; “antes sólo era p por r2, ahora tiene un uso y  toma un significado”.

El coordinador de astronomía recuerda que cuando iniciaron su  participación en el programa comenzaron con 5 escuelas y le costó mucho convencer a los maestros para que participaran; concluyeron esta actividad con 32 escuelas, “para ese momento el dilema era elegir a los maestros que asistirían al taller, aumentó el número de docentes ocupados en participar en los clubes con trabajo extra y totalmente voluntario, fuera de su jornada laboral. Lo mismo sucedió con los estudiantes, al inicio eran 50 los que integraban los clubes, hoy son alrededor de 2 mil 400”.

“En algunas comunidades los pobladores nos han solicitado enseñarles a ubicarse por medio de las estrellas porque hay habitantes que migran a los Estados Unidos y cruzan el desierto, necesitan aprender a ubicarse. Hemos logrado involucrar a los docentes, padres de familia, alumnos y a las autoridades municipales no sólo para obtener recursos para la construcción de telescopios, también para difundir el uso de estos en actividades científicas y culturales en las ferias de las localidades, en la organización de noches de estrellas; de algún modo cumplimos con el deber de devolver algo a la sociedad”.

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