Durante cinco años mirar al cielo ha sido una fiesta científica en la Noche de las Estrellas

Desde hace cinco años por una noche sucede algo particular en alguna plaza, zona arqueológica, centro universitario o atrio, ya que miles de personas a nivel nacional dirigen su atención hacia el cielo nocturno con el afán de observar, a través de un telescopio, planetas como Marte o Venus, las Pléyades y Orión, la Luna y algún otro cuerpo celeste.

Se trata de la Noche de las Estrellas, un acto que promueve la ciencia, la tecnología y en particular la astronomía, por medio de una fiesta científica que es quizá la más importante en Latinoamérica y en la que Puebla ha tomado un lugar importante.

El acto astronómico tiene su antecedente en Francia en 1991, con la gestación de un Festival de la Astronomía realizado el segundo sábado de agosto en más de 400 lugares, en el que se propicia la convivencia del público con astrónomos aficionados y profesionales, quienes les muestran, comentan y explican los objetos y fenómenos celestes.

Fue en 2009, por iniciativa de la Embajada de Francia en México, cuando se propuso la adopción de dicho festival. En aquel año se formaron 22 comités locales y hoy en día suman más de 50 a nivel nacional que no sólo proponen la observación, sino que la complementan con actividades académicas y lúdicas.

Desde aquel año la Noche de las Estrellas suma el esfuerzo de varias instituciones de investigación científica, sociedades astronómicas profesionales y amateurs, centros culturales y de educación, así como empresas privadas y personajes artísticos.

El pasado 9 de noviembre ni el frío ni el cambiante clima que prevaleció en la mayoría del país minaron la participación de los miles de asistentes a las más de 50 sedes que, de Campeche a Baja California, participaron de la quinta edición.


11b_n22En el caso de Puebla, hubo cuatro sedes participantes: la primaria Miguel Hidalgo de Tepetzala, en Acajete; el atrio de la parroquia de Ciudad Serdán; el complejo deportivo La Carolina, en Atlixco, y la explanada de rectoría de Ciudad Universitaria.

Ahí, con una oferta cultural y artística integrada por más de 60 talleres de ciencia en áreas como biología, química, literatura y física, así como conferencias, actividades artísticas y culturales como música y cuentacuentos, se conjuntaron cientos de personas para ver, en alguno de los 300 telescopios instalados, a Venus y a la Luna en su fase creciente.

En Puebla, la Noche de las Estrellas es impulsada por instituciones como la Universidad Autónoma de Puebla —a través del Instituto de Física y las diversas licenciaturas del área de la ciencia—, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), la Alianza Francesa de Puebla y la empresa Victorinox.

Asimismo, por la Universidad de las Américas Puebla, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla, el Museo Imagina, el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, el ayuntamiento de Puebla, el Consejo Puebla de Lectura, el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos y el Instituto Francisco Esqueda.

De Galileo a la importancia del agua

Cada año la Noche de las Estrellas dedica sus esfuerzos hacia alguna temática en particular, a la par que celebra algún hecho en particular propuesto por organismos internacionales como la Unesco.

En su primera edición, realizada en enero de 2009, el acto se hizo alrededor de los 400 años de la observación astronómica que hiciera el italiano Galileo Galilei, en 1609, a la par de celebrar el Año Internacional de la Astronomía declarado por la Unesco.

En aquella ocasión se sumaron 26 sitios arqueológicos y plazas públicas de 22 estados del país. Con el tema “El cielo de nuestros antepasados”; se habló del legado astronómico, de los calendarios, las alineaciones arquitectónicas y de la visión del cosmos de los mesoamericanos. Esta celebración logró convocar a más de 210 mil personas, reunidas en torno a 706 telescopios, 80 talleres, 137 conferencias y 37 exposiciones.

La segunda edición se realizó el 17 de abril de 2010 con el tema “Nuestro universo en movimiento”, reuniendo a más de mil 320 telescopios en 31 sedes.

En 2011 la Noche de las Estrellas se organizó para febrero en más de 30 puntos del país. Bajo el lema de “Haz química con el universo” se conmemoró el Año Internacional de la Química.

En su cuarto año y bajo el lema “Universo maya. El futuro escrito en el pasado”, el proyecto llamó a reflexionar cómo el pensamiento occidental ha falseado la cosmovisión de los mayas y lo que se vaticinó como el supuesto “fin del mundo” por el término de una era y el comienzo de otra en la cuenta larga del antiguo calendario maya.

Destaca que en este 2013 la Noche de las Estrellas se unió a la Unesco para celebrar el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua con el lema “El Universo y el agua: sumérgete en el cielo”, para hacer conciencia que al hablar de la crisis del agua se habla también de una crisis de conocimientos.

Del aula al Universo

Hace un par de años, como resultado del esfuerzo de la Noche de las Estrellas, investigadores de la Universidad Autónoma de Puebla y del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, apoyados por la empresa Vitorinox, unieron sus esfuerzos económicos y científicos para conformar el proyecto “Del aula al Universo”.

Con él, jóvenes estudiantes de secundaria forman clubes de ciencia que integran a no más de 15 participantes, que luego son capacitados en el Taller de Óptica de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la BUAP para aprender a construir y manejar su propio telescopio.

A la par, los más de 480 astrónomos aficionados que se han formado han elaborado un programa para que su telescopio sea usado en los siguientes tres años en su entorno. Para ellos, un primer acto fue lo que sucedió el pasado 5 de junio de 2012 cuando fueron testigos del tránsito solar del planeta Venus, un fenómeno estelar que ocurrirá en 105.5 años, es decir, en el año 2117.

El programa “Del aula al Universo” funciona con la contribución de dos mil pesos que dan las escuelas participantes —hasta ahora más de 90 en Puebla, Tlaxcala y Oaxaca—, más los cuatro mil otorgados por Vitorinox, la BUAP y el INAOE.

Para participar del proyecto, el cual también influye en el entorno social de los adolescentes, se puede escribir al correo electrónico [email protected]

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