En 1958 un maestro holandés comentó que descubrió que era “difícil ser maestro de matemáticas”, pues por más que se esforzaba los niños no parecían avanzar mucho y a veces, para su desconcierto, los alumnos le comentaban que ya habían entendido, que por qué lo había explicado antes de manera tan complicada. Este profesor, en lugar de quejarse por su mala suerte, decidió estudiar (junto con su esposa, que también era maestra) el problema de la comprensión de las matemáticas en secundaria. Su propuesta es conocida como modelo de Van Hiele para la enseñanza de la geometría.
¿Por qué aprender matemáticas es difícil para los niños? Después de pensarlo mucho, y haber puesto en práctica muchas actividades y juegos utilizando material común y corriente (cubos de madera, dados, botes, tubos de carton, discos viejos) recién di en el clavo al responder las preguntas: ¿qué material se necesita para enseñar matemáticas a nivel básico?, ¿Qué material como mínimo necesitaría para empezar? A continuación doy la lista, en el entendido de que sólo es el inicio: un metro, una balanza de brazos, un cronómetro (los celulares ya lo incluyen), un litro, un “juego de geometría” y muchos dados.
A los niños les gusta hacer cosas, quieren construir usando sus manos. Si se quiere tener éxito en la enseñanza debemos iniciar con lo que los alumnos saben, partir de lo que tienen: no necesitamos material didáctico costoso. El docente debe aprender a utilizar material cotidiano para planificar sus clases; sobre esta base los alumnos harán ejercicios de consolidación, no de mecanización, sólo se llega a ser competente en lo que se practica.
Cualquier docente de matemáticas sabe que lograr aprendizajes en los alumnos toma tiempo. Por ello el docente, en su planeación anual, debe ser sistemático y flexible, porque no hay dos grupos iguales; ser flexible le permitirá adaptarse al grupo en particular, pero debe ir trabajando de manera sistemática para lograr avances privilegiando el principio “la buena enseñanza precede al desarrollo”.
Cuando el docente trabaja siguiendo un libro de texto descubre que los niños perciben como irreales muchas situaciones y problemas, y pocos hacen la tarea, pero cuando se proponen actividades cercanas a la vida cotidiana de los alumnos ellos las realizan con interés.