La energía nuclear en México

Cuando una persona enciende la luz, televisión, radio o cualquier aparato electrodoméstico, pasa por alto muchas veces de dónde proviene esta energía y cuáles son los diferentes tipos de fuentes: de recursos renovables o no renovables. Sólo para darnos una idea de esto, la producción de electricidad en México en 2010 fue de 268 billones de kilowatts por hora (kWh) y se estima un crecimiento promedio del 6% anual. Las fuentes que integran este total son diversas, el gas aporta el 52%; petróleo 16%; carbón, 12%; presas hidroeléctricas 14%, y nuclear  6%. Como se puede notar, las principales fuentes de abastecimiento son recursos no renovables (gas, petróleo, carbón); en ese mismo año catedráticos de la UNAM pronosticaron que en un lapso de 15 a 20 años se acabaría el recurso del petróleo. De tal manera que es posible que nos toque vivir una crisis de energía a la mayoría de nosotros.

Entonces cuáles son las alternativas para cuando estos recursos se acaben, una de ellas es el uso de la energía nuclear. En México desde el año 1956 se creó la Comisión Nacional para la Energía Nuclear, organismo que buscaba la aplicación con fines pacíficos de la energía nuclear, debido a la importancia de este rubro en aplicaciones energéticas, no energéticas y formación en ciencias nucleares. Para el año de 1972 esta comisión se transforma en las siguientes: Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas, El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) y se crearon dos instituciones más, una que desapareció y otra que nunca entró en funciones. La primera comisión tiene a su cargo sólo la de regular  todas las actividades nucleares del país, la generación de energía corre a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Hablar de energía nuclear nos hace pensar en cuestiones de radiación o elementos radiactivos, sin embargo hay que recordar que en la vida diaria existen diversos elementos que emiten pequeñas cantidades de radiación y nuestro cuerpo está acostumbrado a ello (cemento, leche, alarmas de humo, etcétera). Al igual que las radiaciones provenientes del espacio exterior tales como los rayos cósmicos y que han sido posiblemente los responsables de mutaciones en diversas especies incluida la humana.

La generación de energía eléctrica en las centrales nucleares se lleva a cabo apegada a normas internacionales para que esta reacción esté controlada, de tal manera que el material radiactivo (por ejemplo, el plutonio) pueda servir como fuente en satélites artificiales, la propulsión de buques, submarinos, investigación y en un caso no pacífico en armamento. El intervalo de potencia generado por una central eléctrica puede estar desde pocos kilowatts (factor de 1 000) hasta megawatts (factor de 1 000 000). La creación de elementos radiactivos no sólo tiene su uso para la generación de energía sino también en aplicaciones para investigación y en un caso particular de la medicina en la ayuda para diagnóstico y tratamiento de enfermedades como el cáncer.

La Central Nucleoeléctrica existente en México está ubicada en el municipio de Alto  Lucero, Vera-cruz, y se tiene dos plantas de este tipo. Laguna Ver-de I empezó en operación en 1990 y Laguna Verde II en 1995, las cuales aportan un 5% del la energía total producida en el país. Esta central cuenta con un reactor nuclear el cual es enfriado por medio de agua, en específico por medio de agua en ebullición (BWR, por sus siglas en inglés). El agua alcanza la ebullición cuando ésta pasa por el núcleo del reactor, el vapor generado fluye hacia una turbina que mueve un generador eléctrico produciendo una corriente eléctrica, después el vapor pasa por un condensador que lo enfría obteniendo de nuevo agua y repitiéndose este ciclo.

En el mundo actualmente existen 441 reactores en operación, la mayoría de ellos construidos en los 70 y 80 con un promedio de vida útil de 35 años. Uno de los países que cuentan con la mayor cantidad de reactores en operación es nuestro vecino Estados Unidos de Norteamérica, éste cuenta con 104 reactores en operación, ubicados principalmente en la zona este del país

Existen dos referencias de accidentes nucleares en el mundo, el primero en Chernóbil, Ucrania, en 1986 y el más reciente debido al Tsunami que azotó la costa de Japón en marzo del año pasado y que afectó la planta nuclear ubicada en Fukushima. Aún con estos accidentes naturales o de error humano la aportación en la energía puede llegar  a ser vital para prevenir la falta de recursos no renovables en nuestro planeta.

Con todo y la expectativa que puede generar el uso de elementos radiactivos, existen diversos organismos a nivel internacional y de cada país que constantemente vigilan la producción y aplicación de este tipo de energía. A nivel internacional, un organismo de  referencia es el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y las mencionadas anteriormente por parte de México.