A dos semanas de concluir el plazo para inscribir candidatos a gubernatura de Puebla, son tres los plausibles candidatos: Alberto Jiménez Merino por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); la candidatura común de Enrique Cárdenas Sánchez, propuesta por el partido Movimiento Ciudadano (MC), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN); el otro candidato es el que nomine el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a través de su órgano electoral (Asamblea estatal), previa encuesta definida por el Consejo Nacional de ese partido. La candidatura de Morena (a definir entre Luis Miguel Barbosa Huerta, Nancy de la Sierra Arámburo y Alejandro Armenta Mier) es avalado por la coalición formada por el Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido Encuentro Social (PES, con registro aún no definido) y el mencionado partido Morena.
Alberto Jiménez Merino nació en tierra antorchista (Tecomatlán, 1959), es agrónomo egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo, institución en que laboró un decenio (profesor, director de la facultad de Zootecnia y rector). En las gestiones de los gobernadores Melquiades Morales y Mario Marín ocupó la Secretaría de Desarrollo Rural; en la gestión de Enrique Peña Nieto fue delegado estatal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de la Comisión Nacional del Agua. En las segundas mitades de las gestiones de Melquiades Morales y de Mario Marín fue diputado federal por Puebla (distritos XIII y XIV, respectivamente) y precandidato a la gubernatura de Puebla en 2016.
Enrique Cárdenas Sánchez es economista egresado del Instituto de Estudios Tecnológico Autónoma de México y doctorado en la Universidad de Yale. Se desempeñó como profesor de la Universidad de las Américas Puebla (1982-2001) y rector (1985-2001), posteriormente fue director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (2005-2017), y desde 2017 quiere ser candidato a gobernador de Puebla: primero como candidato ciudadano por Morena, partido con el que decía tener “…afinidades importantes como la lucha contra la corrupción, el crecimiento incluyente y la igualdad de oportunidades”, además por la plausible renovación panista de la gubernatura de Puebla, al respecto escribió en El Financiero, el 31 de agosto de 2017 (¿Le entramos?) lo siguiente: “Pensar que nuevamente se perfila la sucesión de gobiernos que se han caracterizado por corrupción, arbitrariedad, abuso de poder y mal uso de los recursos, amén del abandono de la gente más vulnerable y la debilidad económica general, brindan un impulso adicional a entrar en la vida política”. Al no ser candidato de Morena a la gubernatura se postuló como candidato independiente, pero no pudo conseguir el número de firmas requeridas (tres por ciento de la Lista Nominal de Electores) y le negaron el registro, ya que al final de la ampliación del plazo acreditó 24 mil 124 firmas (menos del uno por ciento de la Lista Nominal de Electores). Este año se promovió para ocupar la gubernatura interina de Puebla, pero el Congreso local se definió por otra opción.
Luis Miguel Barbosa Huerta (San Sebastián Zinacatepec, 1959) es abogado egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM y fue litigante durante los dos últimos decenios del siglo pasado. Militó en el PRI (1977-1994) y se unió a la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1994, desde ese año se incorporó al PRD, partido que lo haría diputado federal plurinominal (2000-2003) y senador plurinominal (2012-2018); también ocupó la dirección estatal de ese partido en Puebla (1998-2000) y diversos cargos en la dirección nacional del PRD (2003-2012). Siendo senador del PRD apoyó la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador junto a otros nueve senadores de la bancada del PRD; se afilió a Morena en 2017, partido que lo nominó candidato a la elección de gobernador de Puebla el año pasado. Barbosa Huerta impulsó la coalición del PRD con el PAN en 2010 y apoyó la candidatura de Rafael Moreno Valle a gobernador de Puebla, posteriormente se deslindaría de este personaje y lo tipificaría de represor y autoritario.
Alejandro Armenta Mier (Izúcar, 1969) egresó de la Facultad de Administración de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y la maestría la realizó en el Instituto de Administración Pública del Estado de Puebla, institución donde se doctoraron Enrique Agüera Ibáñez, exrector de la UAP y Antonio Gali Fayad, ex gobernador de Puebla. Durante 27 años militó en el PRI, partido que lo postuló a la alcaldía de Acatzingo (1993-1995), a diputado local en las legislaturas LIII (1996-1999) y LV (2002-2005) y a diputado federal en la LXIII Legislatura (2015-2018). Durante la gestión del gobernador Mario Marín Torres colaboró en el Sistema Integral de la Familia y en la Secretaría de Desarrollo Social y ocupó la dirección estatal del PRI entre 2008 y 2010. Su último cargo en la administración pública lo desempeñó en el Registro Nacional de Población de la Secretaría de Gobernación (2012-2014). En mayo de 2017 se afilia a Morena, partido que lo postula al Senado de la República (2018-2024), donde preside la Comisión de Hacienda. Desde el Senado, Armenta Mier fue apoyado por Ricardo Monreal y 54 senadores para ser considerado candidato de Morena a la elección extraordinaria de gobernador.
Nancy de la Sierra Arámburo (Teziutlán) estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana Plantel Golfo Centro y cursó la maestría en la Universidad Cuauhtémoc, en esta institución coordinó la carrera de comunicación. Su actividad laboral se inició con Televisa, empresa en la que condujo programas locales (1987-1993); posteriormente Melquiades Morales Flores, gobernador de Puebla, la ungió como Directora del Instituto de Asistencia Pública (1999-2004), cargo que dejó para ocupar la diputación local en la LVI Legislatura local (2005-2008). Trabajó para la Secretaría de Desarrollo Social en Puebla durante la gestión de Enrique Peña Nieto (2013-2016) y presidió el DIF en San Pedro Cholula en 2017. En la elección federal de 2015 fue candidata del PRI al distrito de Teziutlán, elección que perdió ante el candidato del PAN. Fue militante del PRI entre 2003 y 2018 y dejó a ese partido para postularse como candidata al Senado (2018-2024) por el Partido del Trabajo, actualmente es senadora con licencia por tiempo indefinido (25/02/19) y precandidata de Morena a la gubernatura de Puebla.
Si los perfiles de los precandidatos definieran el resultado de los comicios extraordinarios, la abstención de la mayoría de los ciudadanos sería la respuesta; el posicionamiento de los partidos políticos será un factor determinante para definir al próximo gobernador de Puebla. Morena es el partido mejor posicionado en la entidad poblana y si en la primera semana de marzo fuesen las elecciones para elegir gobernador de Puebla, cualquiera de las precandidatos morenistas ganaría. El PAN presenta daño estructural generado por los resultados de la contienda presidencial y el ocaso del morenovallismo; no hay acuerdos entre sus enésimas partes y hay rechazo a la candidatura a la gubernatura definida por la dirección nacional de ese partido; el PRI está reducido a su zona de confort de medio millón de sufragios, muy lejos de ser una opción electoral, y sobre sus candidatos pesa el desprestigio de ese partido y los magros resultados de las gestiones de gobierno de los priistas. Morena sigue en ascenso en las preferencias electorales, no por estrategias de posicionamiento de ese partido o por el carisma de sus dirigentes y/o candidatos, sino por la aceptación del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual es aprobado por cuatro de cada cinco ciudadanos y esa valoración es la que impacta positivamente a Morena y negativamente al PAN y al PRI.
Mas Data y Buró de Estadística y Análisis de Opinión Pública (BEAP) ejecutaron dos encuestas estatales en los primeros días de marzo, en ambas, las preferencias hacia las precandidaturas de Morena al gobierno de Puebla las encabeza Luis Miguel G. Barbosa Huerta, en segundo lugar, Nancy de la Sierra Arámburo y en la tercera posición, Alejandro Armenta Mier. En los careos de los precandidatos de Morena contra el mejor posicionado del PAN, la diferencia de puntos en la encuesta de BEAP fue de 27 o más a favor de los morenistas. En la encuesta de Mas Data, entre los ciudadanos de Morena el preferido es Luis Miguel G. Barbosa, quien registra una intención de voto superior a la suma de los otros dos contendientes (La Jornada de Oriente, 5/03/19). Con base en esas encuestas, el plausible candidato de Morena a la gubernatura será Luis Miguel G. Barbosa Huerta. Hay cierta exigencia ciudadana que ya lo manifestaron los maderistas del siglo XXI: que los elegidos para ocupar cargos públicos cumplan la gestión para la cual fueron propuestos, que en los hechos cumplan lo que prometieron, para ello, la ley electoral y los estatutos de los partidos deberían revisarse. Por otra parte, los morenistas de tres procesos presidenciales no aprueban las candidaturas de los que van a la nopalera en tiempo de tunas: quieren pureza de sangre o al menos, una trayectoria política de los candidatos que no les avergüence.
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