Pasan los años y los problemas ambientales no paran, cuando empezó la pandemia, por ahí alguien dijo que probablemente esta alerta de salud a nivel mundial iba a ser el comienzo para que como humanidad repensáramos la situación actual en términos ambientales. Además, sería una oportunidad para cambiar el rumbo del planeta, sin embargo, no contamos con que, debido a las necesidades para seguir con vida, fue necesario llevar a cabo protocolos de salud, esto hizo que realizáramos compras de forma masiva de cubrebocas, gel antibacterial, entre otras cosas, y a su vez, llevó a que la producción de estos y otros productos no parara, provocando que dos años después de haber iniciado la pandemia el cambio climático es más visible, que haya sequías prolongadas en algunos lugares o lluvias torrenciales en otros, esto como resultado de la alteración del ciclo hidrológico que de manera natural se realiza desde hace millones de años en el planeta.
Hoy en día, también nos seguimos preguntando ¿qué es lo mejor para hacer sostenible la vida en el planeta?, el número de especies que se encuentran en peligro de desaparecer cada día es mayor, la superficie de cobertura vegetal cada vez es menor. Si bien han surgido diversas iniciativas, así como personas o grupos convencidos que, hoy más que nunca, el trabajo en términos ambientales junto con el resto de la sociedad es fundamental, si es que queremos ver un cambio.
Ante esto y como una estrategia para acercar las ciencias biológicas a distintos públicos, principalmente el infantil, desde hace 15 años, querido lector, no está para saberlo y tampoco nosotros para contarlo, pero este año “Tras las huellas de la naturaleza – radio” cumple quince años al aire a través de la frecuencia universitaria Radio BUAP.
A lo largo de este tiempo siempre hemos buscado que la información ambiental que compartimos de manera radiofónica siempre vaya acompañada de música para las infancias. Lo cual ha sido muy grato, ya que nos hemos topado con una gran diversidad de grupos mexicanos y de otros países, que con su música buscan abonar a la conciencia ambiental o al conocimiento y conservación de especies de plantas o animales de México y de otras partes del mundo.
Han pasado quince años desde que por primera vez sonó en Radio BUAP “Tras las huellas de la naturaleza”. Tizoc, Hela, Cuetlas, Cuco el cocodrilo, Chonita la tortuga, don Sapontino y doña Mica, Estromboli, Pedrito el perrito de las padreras, entre otros, han cobrado vida y domingo a domingo tienen una aventura diferente, con el principal objetivo de crear conciencia ambiental entre los radioescuchas. Es así como la música ha acompañado a cada una de las emisiones.
A lo largo de estos años, nos hemos encontrado con diversos grupos como nuestros hermanos de Monedita de Oro, grupo originario de Atlixco, Puebla, quienes en sus diferentes producciones discográficas han buscado que a través de su música se conozca la importancia de algunos organismos o la toma de conciencia sobre algunos problemas ambientales, dentro de las canciones con enfoque ambiental destacan: Los árboles, Mariposa monarca, Vamos a reciclar, Mundo desechable y El agua se acaba. Otro de los grupos que han buscado que con su música se abone a la conciencia ambiental son nuestros carnalitos de Lechuga Mecánica, grupo originario de Valparaíso, Chile; sin embargo, desde hace algunos años radican en nuestro país, de entrada, les agradecemos que el tema principal de “Tras las huellas de la naturaleza” sea de su autoría y por otro lado al escucharlos nos invitan a que conozcamos de cerca a una de las especies de aves migratorias que van desde Canadá hasta Chile; los zarapitos. También cuentan con una canción dedicada a los árboles; en dicha canción nos hablan de cuál es el proceso de crecimiento de un árbol desde que es una semilla, pasando por la germinación de la plántula hasta que se convierte en un árbol, además de poner a los árboles como organismos sabios. Regresando a México, desde hace algunos años nuestro hermano Juan Jesús Juárez Ortiz, mejor conocido como Juan al Natural se ha dedicado a crear canciones ambientales, una de sus canciones más famosas es la del Ajolote mexicano, canción creada como herramienta para la conservación de los ajolotes de México, hoy en día se encuentra participando en la serie Bio Guardianes de Canal 14, creando una canción diferente para cada capítulo.
Nuestros hermanitos de Vibra Muchá en su último disco Reguilete cuentan con la canción Tortuguita viajera, en dicha canción nos llevan a conocer los diferentes ecosistemas que hay en nuestro país, así como la importancia de viajar sin contaminar. Una de las instituciones de música para niños son los ¡Qué payasos!, quienes hace un mes celebraron 40 años de trayectoria; sin embargo, es importante mencionar que en una de sus primeras producciones discográficas aparece el tema El Campo, que habla de la importancia de no tirar basura; desde entonces los problemas ambientales ya estaban presentes.
Viajando a Colombia nos encontramos con nuestros hermanos de Tu rockcito, quienes a principios de este año fueron ganadores del Grammy Latino. Tu rockcito ha buscado que a través de su música y acompañados de historias conozcamos algunas especies del planeta, así como especies de animales que hace millones de años habitaron el planeta; los dinosaurios. Por otro lado, en Argentina tenemos a nuestros amigos de Canticuenticos, quienes también han buscado que la letra de sus canciones tengan un enfoque ambiental, resaltan: Si viene de la tierra, El lorito Tete, Vamos a plantar, De tierra y agua, Por qué, por qué, entre otras.
Recientemente nuestros amigos de Yucatán a go go sacaron la canción Ajolotzila, si bien va acompañada de una historia fantástica, la realidad es que resalta la importancia de una de las especies emblemáticas para Xochimilco: el ajolote. Finalmente, de Puebla para el mundo, nuestro hermano Carlitos Monfil también se ha sumado a la creación de música ambiental, uno de nuestros temas favoritos: Salvar el planeta.
Querido lector, podríamos continuar con la lista de músicos que a través de estos quince años han acompañado nuestras palabras en la radio, pero el espacio de esta columna se nos terminó. Sin embargo, queremos hacer público nuestro agradecimiento, porque a este par de biólogos nos han hecho llorar, reír y cantar con cada una de sus canciones.
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