La gran diversidad de objetos astronómicos que tendremos disponible la noche del 3 de diciembre augura una verdadera fiesta astronómica en la Noche de las Estrellas de este año. Al principio de la noche, tendremos la posibilidad de disfrutar la observación de varios planetas brillantes que serán accesibles incluso con telescopios pequeños. Saturno, Júpiter y Marte deberán ser observados en este orden.
Saturno, con una magnitud V=0.77, se encuentra en la región norte de la constelación de Capricornio. Serán claramente visibles sus anillos, así como sus satélites principales: Titán, Mimas, Rhea, Tethys, Dione y Enceladus.
Por su parte, un muy brillante Júpiter (V=-2,57) se encuentra en la parte sur de la constelación de Piscis. Con telescopios de mediana apertura se podrán observar muy fácilmente los cuatro satélites galileanos: Io, Europa, Ganímedes y Calixto, aunque en esta noche no se podrá observar ninguna ocultación, aparición o tránsito, entre los satélites y el planeta.
Más avanzada la noche, en la constelación de Tauro, al sureste de la estrella Aldebarán y con una magnitud V=-1.85 se podrá observar al Planeta Rojo, Marte, que nos brindará todo su esplendor con una iluminación del 99.9 por ciento.
Para los amantes de observaciones que impliquen un reto mayor, durante las dos primeras horas de la noche del 3 de diciembre estará disponible uno de los cuerpos menores más brillantes del sistema solar. El asteroide (4) Vesta, con un brillo V=7.9, se podrá observar en la parte suroeste de la constelación de Acuario. Siendo un asteroide del Cinturón Principal, a 2.391 unidades astronómicas de la Tierra, su movimiento en el cielo será de 0.81 segundos de arco por minuto. En estas dos horas, su desplazamiento angular será de 1.62 minutos de arco, aunque será difícil de detectar con telescopios de aficionados.
Quizás el objeto más fácil de cazar, para cualquier tipo de telescopio, sea la Luna. En esta ocasión, se encuentra en la constelación de Piscis, y con una iluminación del 84.5 por ciento estará en una fase gibosa creciente. Estará visible durante toda la noche pues se oculta hasta las 03:42 horas de la madrugada del 4 de diciembre. El único inconveniente es que, por su alto brillo, puede dificultar la observación de los objetos de cielo profundo.
Además de los objetos del sistema solar, tendremos objetos estelares, cúmulos abiertos y globulares; así como un par de galaxias, entre los objetos a observar durante la noche del 3 de diciembre.
Otro objeto al que debemos prestarle atención en las primeras horas de la noche es Albireo (β Cyg), una de las estrellas dobles más hermosas y más fáciles de observar en el cielo nocturno. El alto contraste de color entre sus componentes, una estrella roja, de 4,100º y una azul, de 12,000º, así como la separación de los mismos, la hace accesible incluso para los telescopios de menor apertura.
Entre los llamados objetos de cielo profundo, los cúmulos estelares globulares estarán representados por M15 y M2, mientras que el cúmulo doble de Perseo (NGC 869 y NGC 884) y las Pléyades (M45) sacan la cara por los cúmulos abiertos. M31 y M33 son dos galaxias espirales que también podrán ser observadas. La segunda es una galaxia de bajo brillo superficial que se puede observar sólo con telescopios de apertura moderada, mientras que M31 es un objeto para telescopios más modestos.
El final de la noche estará dominado por la constelación de Orión y todos los objetos en la región, destacando M42, la Gran Nebulosa de Orión, una región de intensa formación estelar en nuestra galaxia. A simple vista, en una noche oscura y despejada, aparece como un objeto borroso, pero con binoculares o telescopios pequeños esta nube molecular se ve con mayor nitidez, incluido un cúmulo abierto, en el centro de la nube molecular, que se denomina Cúmulo del Trapecio, por el asterismo de forman las cuatro estrellas principales.
M45 es el cúmulo abierto con mejor visibilidad a simple vista en el cielo. Sin ningún instrumento óptico veremos las siete estrellas más brillantes del cúmulo: Atlas, Alcyone, Merope, Electra, Maia, Taygeta y Galeano. Conforme incrementemos la apertura del telescopio, iremos viendo cada vez una mayor cantidad de las más de 500 estrellas que forman este magnífico cúmulo estelar. Recomendamos utilizar oculares de poco aumento para que se pueda observar toda la belleza del cúmulo.
Los objetos que hemos descrito hasta ahora son los más fáciles de observar porque son los más brillantes y por lo tanto se pueden observar con telescopios de menor apertura. Recomendamos a todos los que estén interesados a sumarse a las observaciones con sus telescopios visten la página de Telescopius (https://telescopius.com/spa/) una excelente herramienta que nos sirve para planificar una observación astronómica, donde los usuarios podrán encontrar muchos más objetos, de diferente naturaleza, que se pueden observar con telescopios de diferentes aperturas y en función de la experiencia que tengan los observadores.
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