Un drone que entregue un paquete podría estar a la vuelta de la esquina

No se qué es lo que me sorprende más: encontrarme con personas que creen que algún día la compañía Amazon logrará hacer entregas a domicilio, a través de un pequeño vehículo aéreo no tripulado (UAV por sus siglas en ingles: Unmanned Aerial Vehicle), que vuele de manera autónoma y que haga una entrega en 30 minutos, o bien encontrarme con gente que no lo cree, que afirma que se trata únicamente de un truco publicitario y que falta todavía mucho para que podamos ver el primer UAV que pueda hacer alguna entrega a la puerta del hogar.

p-06bNo intento unirme al equipo publicitario de Amazon, y puede que yo tenga cierto sesgo, dada mi formación académica/tecnológica, lo cual me motiva a unirme al grupo de creyentes del programa Amazon Primer Air. No obstante, dejando de lado mi experiencia profesional y mirando alrededor, Amazon no es la única compañía que está intentando acortar la distancia entre el futuro y nuestro presente. Ya desde 2011 la compañía Matternet, una empresa surgida de los parques de Silicon Valley, comenzó con la idea visionaria de utilizar UAVs para transportar bienes con peso de hasta 1 kilogramo, que puedan volar una distancia de hasta 20 kilómetros, y más aún, que puedan aterrizar en estaciones donde las baterías del vehículo puedan ser recargadas para así poder reiniciar el vuelo. Se espera que este año Matternet anuncie el lanzamiento oficial de su primer UAV bajo este esquema, mismo que está imponiendo la pauta en cuanto al desarrollo tecnológico y científico de UAVs para entrega de bienes.

Los gigantes comerciales no se han quedado atrás en cuanto al desarrollo de UAVs que vuelen de manera autónoma para entregar paquetes. Google se ha unido a la carrera con su programa  “Wing Project”. DHL lo ha hecho en Europa con su “DHL parcelcopter” y otras compañías como UPS o Fedex, aunque con un poco más de reserva, han declarado que también se encuentran analizando la posibilidad de utilizar UAVs para realizar entregas. Por supuesto, parodias del concepto han surgido, tales como el “DomiCopter” de Domino’s Pizza para entregar Pizza, o el “TacoCopter” para entregar tacos, creado por un ex estudiante del Massachusetts Institute of Technology en Estados Unidos (EU).

Sin embargo, y en esto estoy especulando, tal vez el escepticismo surja como un mecanismo de defensa ante los sentimientos negativos que se provocan cuando uno escucha noticias sensacionalistas acerca del uso de los UAVs en la guerra. Sobre todo en los últimos años de gobierno del presidente Barack Obama, en EU, pues ahora se sabe que su gobierno ha autorizado el uso de “Drones” (otro nombre para UAVs) para bombardeos en diferentes guerras en medio oriente, para la vigilancia de fronteras americanas y para espionaje. Y es que la imaginación de la población no solo se alimenta de este tipo de noticias negativas, también se recibe una buena dosis de ideas catastróficas por parte de Hollywood y sus películas, en las que constantemente se nos narra que las máquinas enloquecen e intentan dominar al mundo. No sorprendería, por tanto, que al recibir noticias del potencial militar de los UAVs, uno se torne fatalista y espere lo peor si dicha tecnología falla o cae en malas manos.

p-06aLa realidad es que la opinión negativa o incrédula de la población no es el único reto al que se enfrentan aquellos que trabajan en el desarrollo de aplicaciones que utilicen UAVs. Existe también el reto de garantizar la seguridad física de los UAVs (podrían cazarlos como cazan a las aves), y como si tener que cuidar la integridad física de un drone no fuera suficiente problema, también existen serios retos legales. Por ejemplo, y hablando de aves por cierto, un estudio publicado este año en Biology Letters ha encontrado que 80 por ciento de las aves muestra desconcierto cuando descubren que son observadas mediante UAVs que merodean cerca; por ello, los autores del estudio invitan a crear regulaciones para el uso de UAVs en la observación de animales en su hábitat natural. Y en cuanto a regulaciones se refiere, y anticipándose al auge comercial de los UAVs en aplicaciones civiles, varios gobiernos y entidades privadas han gestionado y cabildeado la creación de regulaciones que restrinjan el uso de UAVs en áreas civiles. En algunos países incluso se ha prohibido que UAVs equipados con cámaras vuelen cerca de áreas residenciales con el fin de proteger la privacidad de los residentes.

Pese a lo anterior, yo soy optimista. Creo que a lo largo de nuestra historia hemos sido testigos una y otra vez de avances tecnológicos que se pensaban imposibles o lejanos en el tiempo: el teléfono móvil inteligente o smartphone; la Internet y todos los productos y servicios impulsado por ésta, tales como el correo electrónico, las redes sociales, wikipedia, video llamadas y muchas más; el auto eléctrico de Tesla; el auto que se maneja solo de Google, y muchos otros productos y avances tecnológicos que tan solo 20 años atrás se consideraban posibles únicamente en la ciencia ficción.

Pero dejando de lado la ciencia ficción, lo cierto es que hoy, en 2015, y desde hace ya algunos años, existen diversas aplicaciones positivas y tangibles de UAVs, algunos piloteados remotamente y otros mediante vuelo autónomo. Por ejemplo: en arqueología, donde se utilizan para exploración de ruinas; en agricultura, para la exploración e inspección de cultivos; en la industria, donde se utilizan para la inspección de torres, tuberías, plataformas, puentes, etcétera; en el cine y actos sociales, para la filmación y fotografía aérea; en las zonas de desastre, donde se utilizan UAVs para evaluación y reconocimiento visual del aérea, y recientemente se ha lanzado al mercado un pequeño UAV controlado con el smartphone para tomar selfies.

Como muchas de las cosas que han cambiando en este mundo, el temor a la tecnología o la incredulidad de su realización cambiará únicamente a través de informar y comunicar de manera positiva las virtudes y beneficios de la misma, y por esto mismo creo que lo que hace Amazon junto con otras empresas es valioso, ya que contribuye al debate que exige tener una opinión informada.

Justamente hablando de información, y como dato curioso, en la Wikipedia nos dejan saber que el concepto de UAV o drone es casi tan viejo como el primer cuadricóptero, el cual tuvo su concepción desde 1920. Casi un siglo después existen cuadricópteros no tripulados que llegan a medir menos de un metro, y que pueden volar de manera autónoma utilizando GPS.

Lo cierto es que con las varias aplicaciones de UAVs que existen hoy en día (y que continúan en aumento), con el entusiasmo de científicos y tecnólogos, y con la ayuda de las tecnologías emergentes, me inclino a creer que la entrega de paquetes al hogar por medio de UAVs autónomos no está muy lejos de ser realidad, tal vez, como dirían por ahí, podría estar a la vuelta de la esquina.

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