Puebla, el segundo municipio más pobre del país

De un total de 2 mil 457 municipios, el de Puebla ocupa el segundo lugar en pobreza, según el Informe de medición de la pobreza municipal 2015-2017 editado por la Comisión Nacional de Evaluación de la Política Pública de Desarrollo Social (Coneval) (8/XII/2107. www.coneval.org.mx). Durante los años 2010-2017 se empobreció el municipio referido, precisamente durante las gestiones estatales de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, y la de los presidentes municipales Eduardo R. Pérez (Inhabilitado por 12 años y con 25 millones de multa por no comprobar su cuentas pública 2012—2013), Gali Fayad (2014-2016) y el que fuera su secretario de Desarrollo Social y hoy preside el ayuntamiento, Luis Banck Serrato (2016-2018).

En cifra cerrada, el número de pobres es de 700 mil, sólo superado por Ecatepec de Morelos, con 786 mil 843 habitantes; llama la atención que sea precisamente la ciudad de Puebla la de mayor pobreza en el país, la ciudad que los gobiernos estatal y municipal siempre vistieron de “bonita” y en donde se despilfarraron cientos de miles de millones de pesos durante el sexenio referido.

Se aprecia como el dato duro del Coneval dibuja al estado fallido y expresa el rotundo fracaso de la política de desarrollo social en todos los indicadores de pobreza multidimensional y los de carencia social. Desde el oficialismo los encargados del “desarrollo social en la entidad” han vociferado a los cuatro vientos que se ”redujo la pobreza extrema”. Antonio Gali F. y Luis Banck S., como buenos tecnócratas, nada más ven las medias verdades que, repetidas en sus medios a sueldo miles de veces, creen que será verdad.

 

Municipio de Puebla: fábrica de pobres

 

Cada hora de cada uno de los años 2010-2017 se produjeron 1.5 pobres extremos en el municipio de Puebla (con 3.4 carencias promedio) y 15 pobres moderados. Expresado en habitantes eso significa 64 mil 596 pobres extremos y 634 mil 431 pobres moderados. Aparte debe considerarse el empobrecimiento debido a “Carencia por acceso a la Alimentación” (PE) que fueron 487 mil 780, que sumados a los de Pobreza Extrema (68 mil 760 habitantes), equivalen aproximadamente a la población asistida por PROSPERA y la inédita Cruzada Nacional contra el Hambre (CNH), programa federal fracasado de Enrique Peña Nieto.

Es una lectura falsa enunciar parcial y mediáticamente que “salieron de la pobreza extrema 27 mil 665” personas en seis años cuando la Pobreza Extrema es solamente una parte de los indicadores de pobreza multidimensional registrados por el Coneval que, a pesar de las restricciones metodológicas impuestas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía desde mediados de 2016, aún así, los impactos de la crisis económica como la devaluación y la irrefrenable inflación han abatido las condiciones de vida de la población, todo ello a pesar de las grandes obras faraónicas del morenovallismo durante el último sexenio fracasado.

Desde el punto de vista social, el municipio de Puebla ocupa el sexto lugar nacional en pobreza extrema, de manera que no hay nada que festejar, pues incluso el renglón de No pobres y No vulnerables descendió en menos 21 mil 620 personas. El último sexenio nos muestra los niveles de desatención que ha tenido la pobreza pese a los discursos vacuos y redundantes de los responsables estatales, municipales y federales.

Una persona en pobreza extrema (PE) dispone de un ingreso tan bajo que, aun si lo dedicase por completo a la adquisición de alimentos, no podría adquirir los nutrientes necesarios para tener una vida sana, es decir la PE está relacionada necesariamente con la posibilidad de alimentarse adecuadamente de manera que, si se relaciona el rubro de PE con el de “carencia por acceso a la alimentación”, la mascarada de que la PE “se redujo” resulta una engañifa más de los gobiernos locales y federal pues en 2010 la suma de ambos renglones fue de 419 mil 020 y en los años 2015-2016 se incrementó a 487 mil, con una variación de 16.4 por ciento; es decir, 68 mil personas más en seis años de gobierno panista perredista. La desigualdad es una de las causas de este modelo excluyente y segregacionista de los últimos lustros, ya que a nivel del estado se muestra el mismo comportamiento aberrante y que es inadmisible por los efectos de descomposición observados por el alza de la delincuencia y la corrupción, y exponen como las autoridades son rebasadas. La situación no cambió espacial y territorialmente desde el año 2010 con Mario Marín Torres, quien fue superado rotundamente por Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad.

La propuesta ante tal situación es que se debe modificar este modelo de política social oneroso para el bienestar, que favoreció la desigualdad de la población en los últimos 15 años en la entidad y el municipio de Puebla: en donde la pobreza no se redujo y en cambio se incrementó, por lo que debe de replantearse dicho modelo ante las políticas públicas ineficaces y la distorsión discrecional del federalismo hacendario.

Se han invertido más de 500 mil millones de pesos en programas de combate a la pobreza en la entidad y ni así hay un padrón definido de los 4 millones de pobres en el estado y de 700 mil en el municipio, solo se “atienden” a 502 mil familias a través del asistencialismo y clientelismo de Prospera y la CNH, los niveles de carencias son prácticamente iguales ya que más de la mitad de la población está en pobreza económica. Tal política es susceptible de utilizarse con propósitos político-electorales. Se proponen así 10 puntos para cambiar esta política.

Consolidar un sistema de seguridad universal efectivo; enfocar los recursos a incentivar la matrícula escolar en todos los niveles de los estratos de bajos ingresos que presentan mayor deserción; establecer una nueva política industrial para que la clase trabajadora local pueda insertarse en el mercado laboral con empleos dignos y de calidad elevando el salario mínimo hasta la Línea de Bienestar, seguido de aumentos graduales de acuerdo con el alza de la inflación, y establecer impuestos  a los patrimonio y riquezas personales en el municipio y el estado; diseñar un programa piloto de ingreso básico universal.

Creación de mecanismos innovadores para la exigencia de transparencia y rendición de cuentas y combatir la corrupción (Puebla ocupa los primeros lugares en Índice de Impunidad Global (www.udlap.mx). Los ciudadanos deben conminar a los aspirantes a ocupar un cargo de elección popular, incluyan en sus planes de gobierno estas propuestas.

En materia de política laboral se debe precisar que una familia urbana (por ejemplo el municipio de Puebla) en un hogar promedio de 3.7 personas —promedio de los hogares reportado por ENIGH en 2016—, en la cual trabajan tanto el padre como la madre y cada uno percibe dos salarios mínimos, aun así se encuentra por debajo de la línea de bienestar, es decir, no disponen de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias.

 

a_chavezpalma@ yahoo.com.mx