Quedó un poco de café en mi taza

Luego de una hora y media de platicar con Hugo Félix, director de la película Cygnus, y con José Guichard, astrónomo del INAOE y director del Crectealc, sobre ciencia y ciencia ficción, me di cuenta que el cafecito que me había preparado para iniciar la charla, pues no lo había terminado, se quedó todo el tiempo esperando a ser liquidado. Se debió, sin duda, a que la conversación estuvo muy buena, con puntos de vista a veces muy diferentes, pero que coincidían en muchos aspectos.

Tratamos, y trataba ahora, de no mencionar nada sobre pandemias, pero es inevitable, es uno de los grandes temas de la Ciencia Ficción (CF). Muchos recordarán La amenaza de Andrómeda, la novela de Michel Chrichton, luego hecha película por Robert Wise. Fue de las primeras novelas de CF que leí, después de 2001: Una odisea del espacio, y que de alguna manera me mostraron la importancia de la ciencia. Más que la trama del thriller, recuerdo los escenarios, el espectacular laboratorio de cinco niveles para estudiar microorganismos extraterrestres que pudiesen acabar con la vida en la Tierra, el grupo multidisciplinario de científicos, sus trajes de protección, y más.

Sin embargo, hay temas más recurridos, como son los viajes al espacio. Desde la llegada a nuestro satélite natural, como en el caso de Julio Verne y sus dos obras De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna, y muchos años antes el mismísimo Kepler con su Somnium Astronomicum, y muchos más años antes, en el segundo siglo de nuestra era, Luciano de Samostata ya se imaginaba a los selenitas. Así lo refiere Jorge Luis Borges en el prólogo que escribió para el libro de Ray Bradbury Crónicas Marcianas y que vale tanto como el libro, en mi opinión.

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Y justo el siguiente puerto espacial es Marte. Los marcianos son parte crucial en la CF, ya sea que vayamos, como en el caso de las ya mencionadas Crónicas Marcianas y que causemos destrozos en el planeta y en sus habitantes, o que vengan, como en el caso de la Guerra de los Mundos, de H. G. Wells, en la que querían acabar con nosotros, pero nuestros bichos acaban con ellos. Más recientemente obras como El Marciano, de Andy Weir, también hecho película, muestra algo que parece cada vez más cerca, realmente llegar a Marte. Hay esfuerzos de varias naciones y de empresas privadas que quieren posarse en ese planeta y terraformarlo. Este tipo de obras, a veces llamada CF dura, se apegan más al conocimiento de avances científicos, más que a sueños (o pesadillas).

Y luego nos seguimos a los otros planetas, como en el caso de Arthur C. Clarke y las Odiseas espaciales, que pasan por diferentes planetas y lunas del sistema solar y nos describen la estructura de planetas, la posibilidad de que algunas lunas tengan las condiciones de albergar vida. Incluso una novela Las Sirenas de Titán, de Kurt Vonnegut, Jr., mencionaba la posibilidad de que esa luna de Saturno tuviese una atmósfera no demasiado adversa. Justo esa luna, Titán, fue la primera a la que se le descubrió una atmósfera. Ambos escritores, Clarke y Vonnegut, tenían formación científica o de ingeniería, por lo que seguramente estaban bien informados de los avances en el tema.

Antes de salir del sistema solar, no debemos olvidar que Venus fue también un gran objetivo de los escritores de CF, dado a que es similar en tamaño a la Tierra, a que sólo está “un poco más cerca” del Sol y que tiene una atmósfera cubierta de nubes, dio material para inventarse la existencia de exóticas criaturas que habitaban selvas y bosques tupidas en un ambiente calientito.

La ciencia nos proporcionó evidencia de que viajar a dicho planeta no sería muy placentero, la temperatura superficial de Venus es de aproximadamente 460 grados Centígrados, el aire es denso y húmedo, la presión atmosférica es unas 90 veces la de la Tierra y el vapor es ácido sulfúrico. La atmósfera venusina está compuesta en un 96 por ciento por dióxido de carbono.

Las exploraciones planetarias han confirmado también algunas de las ideas que se manejaron primero en los libros de CF. Ya mencionamos el caso de Titán y su atmósfera. Lo mismo ha sucedido con otros planetas del sistema solar, e incluso con misiones espaciales que ya lo han abandonado o algunas otras que se han posado en cometas y asteroides. Se han encontrado cosas mucho más sorprendentes que las narradas en las historias de CF.

Otro tema recurrente y recurrido son los Robots, el principal impulsor del tema es Isaac Asimov, quien enunció las tres Leyes de la Robótica, pero no abundaré en este tema ya que Daniel Mocencahua tiene un texto en este mismo número deaberes y Ciencias    , mejor vayan a leerlo directamente. Solo diré que aunque aún no tenemos robots como en los de las historias de CF, sin embargo, términos como los “positrones” fueron leidos por multitudes gracias a escritores como Asimov.

El tiempo es, sin duda, otro de los conceptos más abordados y que permiten un gran juego en las historias, les comparto el resumen de Todos ustedes, Zombies, de Robert Hainlein, que encontré en una liga de la DGDC hace algún tiempo:

“Jane, una recién nacida, es abandonada en un orfanatorio en 1945. En 1963 conoce a un vagabundo y se enamora de él. Queda embarazada. El vagabundo la abandona. Durante un parto difícil, los médicos descubren que Jane es hermafrodita y se ven obligados a convertirla en hombre para salvarle la vida. Alguien rapta a su bebé y “Jane” se da a la bebida y se convierte en vagabundo. En 1970 conoce en un bar a un amable anciano, al cual le cuenta la tragedia de su vida. El anciano le ofrece la posibilidad de viajar al pasado y vengarse del vagabundo que la abandonó. “Jane” regresa a 1963 y se enamora de una joven huérfana, a quien luego deja embarazada. El anciano viaja nueve meses al futuro, rapta al bebé y lo deposita en un orfanatorio en 1945. Luego lleva a “Jane” a 1985. Con el tiempo “Jane” se reforma y se dedica a viajar en el tiempo. Ya anciano, “Jane” conoce a un vagabundo en un bar de 1970.” **

Estas paradojas temporales solo son posibles en la CF. Sin embargo, tenemos paradojas ideadas por científicos para explicar conceptos complicados, como la de los gemelos, en la que uno de ellos viaja a grandes velocidades y el otro se queda en la Tierra, y al reencontrarse uno es más viejo que el otro.

Viajar en el tiempo permite jugar con las historias y nos intriga. Viajando al pasado podríamos arreglar algunos errores que cometimos, ir al futuro permitiría saber si lo que estamos haciendo ahora funcionó. Algunas historias son menos robustas que otras, a mí todavía no me convence como es que John Connor, en Terminator, manda de regreso en el tiempo a su papá, para que lo pueda concebir!, pero otras, como el cuento Minority Report, de Philip K. Dick, en el que, a través de tres personajes que ven el futuro, pueden evitar actos criminales, es muy logrado. También hay película, pero el final es completamente diferente al texto.

La sociedad en el futuro es otra línea popular en la CF. ¿Cómo será nuestra sociedad en el futuro? ¿Lograremos mantener la Tierra? ¿Hacia dónde evolucionaremos? Generalmente se plantea que el futuro será oscuro, luego de grandes guerras, pandemias, etcétera. Escritores como el mismo Philip K. Dick tienen grandes historias del futuro, Blade Runner es un cuento cuya adaptación al cine lo volvió un film de culto en la CF, mientras que Más que humano, de Theodore Sturgeon, plantea la evolución del ser humano hacia algún tipo de ente colectivo, él le llama Homo-gestalt, compuesto por marginados, desde un vagabundo, hasta un delicuente juvenil.

Planeamos este número como pretexto por el centenario del natalicio de Asimov y Bradbury, pero podrán apreciar en los textos incluidos en este suplemento, que todos los autores muestran que la buena CF influyó de alguna manera en su carrera, antes y después de ejercerla. Esperemos que también les sirva de algo, pero sobre todo, que disfruten la lectura.

 

** La historia completa y con comentarios la pueden encontrar aquí:

https://www.lashistorias.com.mx/index.php/archivo/todos-ustedes-zombis/

 

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