Mayoría calificada

El primer domingo del mes entrante concurrirán procesos electorales federales y locales: elegiremos a 500 diputados federales (incluidos los de representación proporcional) y a 19 mil 946 cargos locales (gobernadores, diputados locales, alcaldes, presidentes municipales, regidores, síndicos y concejales). En todas las entidades se elegirán a legisladores federales; en 15 estados se elegirá al gobernador, en 30 a diputados locales, en 30 a presidentes municipales y alcaldes, y en tres entidades se renovarán las Juntas Auxiliares. Será la primera vez en que se elegirán más de 20 mil cargos y se convoque a millón y medio de funcionarios para atender 164 mil 550 casillas y a casi 94 millones de potenciales electores. Puebla, siendo la quinta entidad respecto al número de ciudadanos en Lista Nominal (4.76 millones), será quien elegirá el mayor número de cargos locales (2 mil 285). Además de la simultaneidad de los procesos electorales locales y federales, es la primera elección en tiempos de pandemia (sin actos públicos y con miedo colectivo a concentraciones) y con la consideración de que los delitos electorales ameritan la prisión preventiva oficiosa, elementos que posiblemente incidan en una moderada participación ciudadana.

Para el proyecto de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es importante que el partido que lo postuló detente la mayoría calificada (dos terceras partes) en la Cámara de Diputados para se pueda realizar las reformas pendientes de su gestión, entre otras, la energética y la electoral. Actualmente la bancada de Morena y del Partido del Trabajo suman 302 diputados federales; la bancada del PAN, PRI y PRD la integran 138 legisladores y otras fuerzas (Movimiento Ciudadano, Verde Ecologista, Encuentro Social y sin partido) tienen 60 diputados. Los tres partidos políticos más antiguos (PAN, PRI y PRD) se han coaligado para confrontar a Morena e impedir que en los comicios federales del próximo mes obtenga mayoría calificada (333 legisladores) en el parlamento; lo financian y apoyan en ese objetivo organizaciones patronales, empresas de comunicación, la jerarquía católica, el Instituto Nacional Electoral y la embajada de Estados Unidos en México (Conferencia mañanera de AMLO 7/05/2021).

El principal capital político de Morena es AMLO y la confianza y credibilidad que de él tienen siete de cada 10 ciudadanos ubican a ese partido como el virtual ganador de la contienda. Pese a la autodestructiva acción de los morenistas, a la lucha facciosa por controlar la dirección nacional de ese organismo y al manejo patrimonialista del consorcio que lo dirige, es el partido que más confianza inspira y quien detenta el mejor registro de intención del voto. Buendía y Laredo, en su encuesta nacional aplicada en viviendas entre el 16 y 21 de febrero del año en curso registró que de cada 100 ciudadanos, 24 se autodefinen morenistas; 16 se identifican con el PAN o el PRI o el PRD; 10 con otros partidos y 50 se consideran independientes; los ciudadanos que opinan positivamente de Morena superaron en 31 por ciento a los que opinaron mal de ese organismo, en tanto que el saldo de opiniones fueron negativos para el PAN (-17 por ciento), para el PRI (-35 por ciento) y para el PRD (-12 por ciento).

Según la misma fuente, la intención de voto en elección de diputado federal fue de 34 por ciento para Morena, 6 por ciento para el PVEM, 4 por ciento para el PT, 12 por ciento para el PAN, 10 por ciento para el PRI y 4 por ciento para el PRD; solamente los votos de Morena superaron en ocho puntos a la suma del PAN, PRI y PRD. La intención del voto para diputados federales en aquellos distritos donde hay coaliciones, Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PVEM) registró 43 por ciento contra 29 por ciento de Va por México (PAN, PRI y PRD). Buendía y Laredo indagaron la potencialidad del voto y, por cada 100 ciudadanos, 64 dijeron que siempre votarían por Morena y 32 dijeron que nunca lo harían, fue el único partido que registró un saldo positivo de voto potencial; de otros partidos (PAN, PRI, PRD; MC, PT y PVEM), los ciudadanos que dijeron que nunca votarían por ellos fueron más que los que mencionaron siempre.

Otras encuestadoras reportaron resultados similares a los descritos. El diario El Financiero, en su encuesta del 26 y 27 de marzo del año en curso registró una intención de voto para Morena de 40 por ciento contra 24 por ciento de la intención sumada del PAN, PRI y PRD; respecto a la encuesta de junio de 2020 de ese rotativo, Morena aumentó 13 por ciento en tanto que el PAN, PRI y PRD se mantuvieron constantes, la pandemia y la crisis económica no afectaron al partido del presidente AMLO. Parametría, en su encuesta del 28 febrero al 5 de marzo de este año registró, en preferencia efectiva para diputados federales (excluida la respuesta no sabe y no contestó), una intención de voto de 40 por ciento para Morena y la intención de voto sumada del PRI, PAN y PRD fue de 38 por ciento; por coaliciones. Parametría reportó una intención de voto de 56 por ciento para Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PVEM) y de 29 por ciento para Va por México (PAN, PRI y PRD).

Massive Caller es una empresa que se dedica a realizar encuestas telefónicas robotizadas, el 8 abril de este año aplicó 400 cuestionarios a igual número de ciudadanos de cada uno de los 300 distritos federales electorales, con base en esa fuente, la intención del voto favoreció a la Coalición Juntos Haremos Historia en 168 distritos (siete más de los que actualmente tiene) y a la oposición (PAN, PRI, PRD) en 132 distritos (siete menos que los que actualmente tiene). Con base en ese resultado, Morena y coaligados fueron mayoría absoluta pero no calificada.

Morena es nota roja en la mayoría de los medios de comunicación masiva, sus diferendos internos se magnifican y se visibilizan a la enésima los actos de misoginia, maltrato, violencia de género y acoso de algunos de sus dirigentes; actos bochornosos y condenables que en políticos de otros partidos se ocultan, callan o no se quieren ver. Por ser un partido con poder de convocatoria y credibilidad, arriban a él conversos políticos que tiene otras ideologías, intereses y modos de acción. Son muchos y muchas los que se asumen como copropietarios de Morena y su agenda no es necesariamente la del gobierno de la 4 T, tampoco la lucha por la democracia o la justicia, sino perpetuarse en la dirección ejecutiva de Morena y consolidarse como facciones, apropiándose la nominación de cargos de elección para sus operadores o familiares, lo que ha generado inconformidades y protestas de los no elegidos, en particular, en aquellas nominaciones que vulneran la norma estatutaria de ese partido. Adicionalmente, hay una notoria fobia de la mayoría de los Consejeros del INE hacia Morena y una sistemática filia hacia la Coalición Va por México de parte de dichos consejeros, que genera incertidumbre tanto en la legalidad de la elección como en la credibilidad de los resultados, lo que puede judicializar el proceso electoral. Fue desproporcionada la sanción de negarle el registro a los candidatos de Morena a la gubernatura de Michoacán y Guerrero cuando ante un financiamiento ilícito a la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, el órgano electoral dictaminó que no había falta que sancionar.

Es muy poca la credibilidad en la oposición electoral y la plataforma política y nominación de candidatos ofrecidas es poco o nada atractiva, el eje de su campaña no son sus propuestas, sino la descalificación, sus mensajes de odio y de polarización. La crítica de la oposición al manejo presidencial de la pandemia y de la crisis económica no ha hecho mella en la credibilidad presidencial ni en el voto potencial de Morena, y los hechos desvalorizan dichas críticas: es probable que el día de la elección se le haya aplicado al menos una dosis de vacuna Covid-19 a uno de cada cuatro ciudadanos en la lista nominal de electores y que el nivel de empleos formales sea el que prevalecía en diciembre de 2019. No hay que olvidar que los ciudadanos de 60 años o más en Lista Nominal de electores son 16.5 millones y la mayoría de ellos ya estarán completamente vacunados antes del 6 de junio y es probable que uno de cada tres ciudadanos de 50 a 59 años tenga al menos una dosis de Covid-19 antes de los comicios. Aunada a la vacunación, son 8 millones los beneficiados con la ayuda a adultos mayores, 10 millones de hogares donde se recibe una beca educativa y al menos 2 millones de hogares reciben apoyos públicos a través de los programas Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo un futuro, Becas a personas con capacidades diferenciadas, Becas para niños y niñas, Precios de garantía a granos básicos, Programas de fertilizantes. Todas estas transferencias pueden influir favorablemente en la intención del voto a favor de Morena y es plausible que no sólo en el Sur-Sureste y Centro predomine esa opción, sino que pueda ser mayoritaria en el Norte, donde actualmente la mayoría de diputaciones son de la oposición.

 

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