Remesas invernales

Las remesas del trimestre enero-marzo no son las más significativas; las enviadas en primavera y verano suelen ser de mayor cuantía debido a que el empleo de trabajadores migrantes en Estados Unidos (EE. UU) es más intenso entre abril y septiembre. Entre 1995 y 2022, las remesas enviadas en el trimestre enero-marzo significaron el 22 por ciento del total enviado a México.

El primer trimestre del año en curso recibimos 13 mil 943.3 millones de dólares (md) por concepto de remesas, lo que representa un aumento de 11.4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior y de 94.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2018. La variación porcentual en cinco años de gestión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es superior a las de Enrique Peña Nieto (28.3 por ciento) y de Felipe Calderón Hinojosa (-10.9 por ciento), pero menor a la de Vicente Fox Quezada (221 por ciento). Anualizadas las remesas recibidas el pasado mes de marzo son ya 60 mil md, lo que equivale a 4 puntos el PIB nacional. Las remesas enviadas a México representan 15 por ciento de la masa salarial generada por los nacidos en México que laboran en EE. UU., las remesas son ingreso laboral y la mayor parte de este se consume en el país en el que se trabaja.

Los años postpandémicos han sido de mayor dinamismo económico comparados con los de pandemia (2020 y 2021). Los siguientes ejemplos lo atestiguan: los migrantes detenidos en la frontera norte de México por la Oficina de Aduanas y Protección Migratoria (CBP por sus siglas en inglés)) en 2020 fueron 137 mil; en 2021 eran 509 mil y en 2022 llegaron a 620 mil; EE. UU. otorgó 244 mil 109 visas H2A y H2B a mexicanos en 2020 y 360 mil 656 en 2022 (AMLO, Conferencia mañanera del 5/05/2023); en México, los eventos de migrantes detenidos en situación irregular fueron 47 mil 686 en enero-febrero de 2022 y de 70 mil 526 en el mismo bimestre de 2023, lo que representó un aumento del 48 por ciento (La Jornada 2/05/2023, p 7), esos mismos eventos tuvieron un incremento anual de 43.5 por ciento entre 2022 y 2021. Hay una demanda de fuerza laboral en EE. UU. que los nativos no pueden solventar y hay una globalizada oferta laboral que supera el número de visas de trabajo y las humanitarias con acceso formal al mercado laboral que el gobierno de EE. UU otorga. El déficit de visas aunado a la precariedad laboral e inseguridad prevaleciente en sus países de origen estimula las migraciones transfronterizas con destino a EE. UU., ya sea para solicitar asilo, refugio, reunificación familiar o simplemente para incorporarse al proceso de valorización mercantil, ya sea en la producción de bienes y servicios o en la reproducción social de los sujetos.

No todas las remesas enviadas a México son para las familias de los connacionales que emigraron a EE. UU. a trabajar, parte de ellas son para solventar los gastos de alimentación y transporte de los transmigrantes que tienen como objetivo ingresar al territorio de EE.UU.  Por ejemplo, en 2022 las remesas enviadas a México fueron 44 por ciento más altas que las de 2020, pero en la región sur-sureste (Campeche, Chiapas, Quinta Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), el incremento fue de 89 por ciento. Parte del dinamismo de las remesas en esa región lo generan los transmigrantes que ingresan a México por la frontera de Guatemala, por ejemplo, en la entidad de Chiapas, recibieron 1,143 md en 2020 y 3,152 md en 2022, en esa entidad, 2.5 por ciento de sus viviendas recibieron remesas en el quinquenio 2015-2020 y solo 0.73 por ciento de sus viviendas tuvieron emigración hacia EE. UU. en el quinquenio 2015-2020, las remesas no están del todo asociadas a los emigrantes chiapanecos. Igual situación se observa en los municipios de Comitán, Tapachula, Palenque y Tenosique, donde en 2022 triplicaron las remesas que recibieron en 2020.

Los gastos de movilidad de varios cientos de miles de emigrados transnacionales (con o sin visa de trabajo) y el cruce asistido de aquellos a quienes el gobierno e EE. UU. les niegan la visa de trabajo o humanitaria pueden ser hasta un 10 por ciento del total de las remesas familiares enviadas a México. Atender las causas que alientan la emigración puede ser un gesto de buena voluntad para evitar el éxodo migratorio, pero si 4 mil md prometidos por el gobierno de EE. UU. fue un insulto, 400 md liberados es una desfachatez.