Un amante de México

· Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo” *

· Ilustración: Diego Tomasini “El Dibrujo” *

“Como la flora de México no hay dos” estas son algunas de las palabras del Doctor Jerzy Rzedowski en una de tantas entrevistas en donde y como siempre lo hacía, dejaba ver el profundo amor que tenía por nuestro país ya que este fue nada más y nada menos al que llegó junto a su padre, cuando el que tenía destinado a ser un hito de la Botánica mexicana, llega a los 19 años de edad, en el año 1946 a México y queda profundamente sorprendido y porque no decirlo, enamorado de los paisajes de este hermoso lugar. Es necesario decir que desgraciadamente y a causa de la segunda guerra mundial pierde a su familia y es llevado a varios campos de concentración entre ellos a Auschwitz. Nació en Polonia un 27 de diciembre de 1926, pero podemos asegurar que como dicen por ahí, un mexicano no elige en donde nacer, ya que el pequeño Jerzy estaba destinado a ser mexicano y de manera oficial lo hizo en el año 1955 cuando le dieron la nacionalidad mexicana, en verdad que al igual que muchos científicos y científicas mexicanos su trabajo y dedicación lo llevo a que cuando uno da una mirada a sus investigaciones parecen de ensueño, quizá sería muy complicado entender la gran productividad que tuvo a lo largo de su carrera, sin duda podríamos decir que era un gran soñador y ese gran poeta de la botánica, es por ello que le fue otorgado el Premio al Botánico del milenio y claro no dudo en dedicarlo al país que lo vio crecer como persona y nacer como científico, México. Como él siempre dijo, México le dio la oportunidad de nacer como científico dando sus primeros pasos en el Instituto Politécnico Nacional. Fue formador de un gran número de estudiantes y en cada uno sembró el asombro por la naturaleza, no hay alumno que no exprese la calidad de persona que era, una de sus alumnas recuerda que al tener problemas en casa y un nivel muy alto de estrés por el nivel de investigación que llevaba, el Doctor Rzedowski, la llamó y le dijo que primero era la familia y que es importante vivir la vida y que así podría pensar en lo demás, sin duda siempre se preocupó por cada uno de sus alumnos. A lo largo de su vida colectó más de 50,000 ejemplares, este Botánico Ilustre, fue presidente de la Sociedad Botánica de México y Editor del Acta botánica Mexicana y por si fuera poco, publicó 7 libros, 47 capítulos de libro, y 128 artículos en diferentes revistas, es considerado un pilar en la ecología mexicana y de la fitogeografía, recordemos que la ecología es la ciencia que estudia y nos ayuda a entender el dinamismo que juegan cada una de las especies dentro de los ecosistemas y la fitogeografía es la ciencia que estudia y nos ayuda a conocer la distribución geográfica de las plantas, por lo anterior siempre dijo “Necesitamos reconocer el valor de los recursos vegetales y su importancia para nuestra vida, aprovecharlos, pero al mismo tiempo conservarlos apropiadamente”. En su andar desde su licenciatura en el Instituto Politécnico Nacional hasta su doctorado en la UNAM y sobre todo en los kilómetros y kilómetros huellas marcados por los caminos de México se enamoró de todas las plantas que veía, pero sus favoritos siempre fueron los copales y los cuajiotes, grupo esencialmente mexicano, que por cierto de este grupo describió taxonómicamente algunos y claro que en cuento a las descripciones de especies no se quedó corto, ya que él decía que era necesario conocer a las especies y por ello le entró duro y macizo a la taxonomía, dejando 136 especies descritas. La taxonomía queridos amantes de esta columna, tiene como objeto lograr un conocimiento mayor de las especies en sus atributos biológicos y de los grupos sin dejar atrás su historia evolutiva, citaremos al gran Theodosius Dobzhansky, quien decía “Nada en Biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución” con esto creo que nos queda más y más claro no solo la importancia de la colecta de las plantas de Rzedowski sino la clasificación de cada una de ellas, las descripciones y por supuesto cuando eran especies nuevas las publicaciones, eso es un ¡buen de chamba! Gracias a todo ese trabajo se le reconoce el fortalecimiento de las colecciones botánicas, que dan cuenta de que México es uno de los países con mayor diversidad biológica en el mundo y que el comprometido Doctor Rzedowski junto con el de su esposa Graciela Calderón Díaz Barriga, el de amigos, colegas y alumnos han puesto en la mira del mundo la importancia de la botánica y de la alegría que da a ver a las y los científicos comprometidos en conocer y dar a conocer la importancia de las especies mexicanas; sin duda a una persona con la calidad de este investigador emérito no se le puede pasar desapercibido por ello se le han dedicado aproximadamente 50 especies y miles de letras a quien veía, admiraba y amaba a la flora de México con tanta devoción, podríamos decir que era un poeta de la botánica mexicana, no hay alumno o trabajo de biología en el que se hable de la flora y que no cite algún trabajo de  Rzedowski. Hoy la biología está de luto, la botánica está de luto, pero y aunque no te conocimos personalmente lo hicimos sin duda en tu gran libro de La Flora Fanerogámica de México, y ten por seguro que siempre te recordaremos y esperamos que tus hermosos cuajiotes leven sus ramas y los copales regalen sus aromas en tributo el gran botánico que fuiste, no nos queda más que decirte gracias, gracias Doctor Jerzy Rzedowski y descansa en paz. Con respeto y admiración, la flora y la fauna de Tras las huellas de la naturaleza. Marzo 2023.

 

 

 

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