Pacto republicano

El neoliberalismo no fue lo prometido; sus resultados exigen revisar las políticas ejecutadas durante su hegemonía. Cualquiera que sea el reemplazo, la estrategia debe estar orientada a satisfacer las necesidades materiales de la población en una perspectiva de sustentabilidad de largo plazo, incluyente, equitativa y de respeto al ejercicio de las garantías individuales. El desarrollo pensado desde un nosotros y para nosotros y no como una agencia de distribución comercial o, en el mejor de los casos, de ensambladores y exportadores de fuerza de trabajo.

El papel del Estado en la promoción del desarrollo es uno de los temas de urgente redefinición: ser parte activa del proceso de acumulación; promotor de las actividades económicas, comerciales y financieras; regulador de los mercados y garante de ciudadanía plena. ¿La política monetaria es potestad del Banco Central o del Poder Ejecutivo?; ¿el objetivo de esta política es exclusivamente de control de precios por restricción de demanda o caben otras posibilidades por ampliación de oferta (incrementos en producción y productividad)?¿La reforma tributaria debe sustentarse en ampliación de base gravable y/o en tasas impositivas progresivas? Preguntas que no son retóricas ni filigranas académicas, sino que están en la base de las políticas económicas que se implementarán.

La generación de empleos a tasas de crecimiento de por lo menos el doble a la registrada en las dos últimas decenios exige un rol activo del Estado en el proceso de acumulación y en el de regulación de la relación capital-trabajo. Se requiere de políticas industriales que privilegien el uso intenso del factor abundante en condiciones que no degraden el ambiente o incumplan las prestaciones económicas y sociales asociadas a un salario digno. Las prestaciones sociales de alimentación, salud, educación, vivienda y cultura son derechos que no pueden condicionarse a la condición etaria, laboral, civil, de sexo, étnica o educativa.

Las instituciones, normas y procedimientos a través de los cuales nos cohesionamos están secuestrados por los poderes fácticos; hay que recuperarlos en y para beneficio de los excluidos y ello exige democratizar los medios de comunicación y refundar la cuarta República: un mandar obedeciendo a la ciudadanía, respetándola en sus decisiones. Nuevas voces y actores reclaman un cambio en el funcionamiento de las instituciones; en las políticas y estrategias;  desde el aquí y el ahora; desde el yo ubicado en un presente y mirando hacia un futuro. Los artículos reunidos en este número tienen el propósito de reflexionar sobre un nosotros para nosotros, desde lo que somos y queremos ser, siempre desde la mirada de nuestras profesiones.