Artemis I: la tercera es la vencida

Hace unos días, Luis Aguilar, uno de los reconocidos astrónomos de nuestro país, impartió, porque se lo pedimos, dos veces una misma charla. Una para profesores de la península de Yucatán, en los estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, en una sesión masiva de capacitación para la preparación de la observación de los eclipses solares de 2023 y 2024, y otra para público en general en la serie mensual de conferencias Rumbo a los eclipses 2023 y 2024.

La charla se titula “De dónde viene la Luna” y trata justamente de eso, de mostrar cuál es la teoría más aceptada del origen de nuestro satélite natural, pero partiendo desde los primeros indicios de su observación, desde la época de las cavernas. Hay registros en pinturas rupestres de las fases de la Luna, lo que implica que los habitantes de esas cuevas ya habían notado que había un cambio periódico en su brillo y forma.

Una época crucial para la investigación de la naturaleza de la Luna fue sin duda los viajes tripulados, no sólo porque trajeron muestras, sino porque dejaron instrumentos, como láseres y sismómetros que han ayudado a determinar su estructura interna.

De aquí la importancia de la reciente misión Artemis I, que fue lanzada, luego de dos intentos fallidos, desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, el pasado 16 de noviembre y que durará 25 días, 11 horas y 36 minutos. Su destino es una órbita retrógrada distante alrededor de la Luna. Al regresar, el próximo 11 de diciembre, caerá en el océano Pacífico.

Artemis I es el primero de tres viajes de una misión que tiene como objetivo final colocar, en el tercer viaje, a la primera mujer y a la primera persona no blanca en la superficie de la Luna.  Artemis está integrada por la nave espacial Orión, el cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) y los sistemas terrestres en el Centro Espacial Kennedy.

Desde luego que a estas misiones se saca el mayor provecho, Artemis I no sólo servirá para las primeras pruebas, sino que toda la misión servirá para preparar misiones de exploración del espacio profundo. Se probarán los sistemas para las misiones de la superficie lunar, así como para la exploración de objetos más alejados, como Marte.

Hay una gran cantidad de pruebas que lleva a bordo la nave, sin embargo, hay tres objetivos principales con respeto al vuelo de Artemis I:

1)         Demostrar que el escudo térmico de Orión resitirá sin contratiempos el reingreso a la atmósfera terrestre. Aunque ya se han llevado a cabo muchos reingresos de misiones y se ha probado el escudo en laboratorios, las condiciones en este caso son extremas, ya que viajando a 40 mil km/hr experimentará temperaturas de hasta 2,800 grados Celsius.

2)         Mostrar las operaciones y la infraestructura durante todas las fases de la misión, desde el lanzamiento hasta la recuperación en el mar. Esto es muy importante ya que servirá para planeación y/o ajuste de futuras misiones.

3)         Recuperar a Orión después del amerizaje es crucial ya que si bien se registran los datos durante todo el vuelo, al regreso se llevarán a cabo inspecciones detalladas de Orion con la finalidad de recuperar datos registrados a bordo, pero también para reutilizar componentes. Desde luego que el proceso de recuperación también permitirá a la NASA demostrar sus técnicas y procedimientos, fundamentales para garantizar un buen regreso de la tripulación de las siguientes misiones.

Además, se tienen contempladas otras pruebas más, como en el sistema de navegación óptica de Orión, desplegar 10 CubeSats, de los cuales, cuatro están dedicados al estudio de la Luna, uno dedicado a un asteroide, dos son demostraciones tecnológicas y tres en la radiacion,  enfocados en este mismo problema, Orión lleva tres sensores de radiación adicionales.

Como ya es común en muchas misiones, se lleva una carga dedicada a investigaciones de biología. En este caso la llamada “Biological Experiment-01” consta  de experimentos  dedicados a estudiar los efectos del viaje alrededor de la Luna en semillas, hongos levadura y algas.

La verdad es que sí lleva pasajeros, tres, aunque unos no completos. Se trata de un maniquí y dos torsos que cuentan con sensores para probar diversos sistemas de la nave espacial y recopilar datos para informar futuras misiones con astronautas. La industria también va en Orión: una tableta que probará el software de videoconferencia Webex de Cisco para transmitir vídeo y audio, así como hardware y software que probará a ¡Alexa!

Todos esperamos que no haya ningún contratiempo ya que el siguiente paso, Artemis II en 2024, planea llevar cuatro astronautas a bordo, mientras que Artemis III, se espera que en 2025, descenderá en la  superficie de Luna.

 

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